Además de la conducción autónoma, el futuro próximo de la movilidad también dependerá de la comunicación vehículo a vehículo -Vehicle to Vehicle V2V-, que tiene como objetivo principal intercambiar información de forma inalámbrica sobre la velocidad y la posición de los automóviles circundantes para evitar accidentes, disminuir el tráfico y bajar la contaminación ambiental. Obviamente, que los más grandes beneficios de esta tecnología se lograrán cuando todos los vehículos puedan tener este tipo de comunicación.
¿Qué es la comunicación V2V?
Esta clase de comunicación en los automóviles permite que los vehículos puedan transmitir y recibir mensajes omnidireccionales (hasta 10 veces por segundo), creando un “conocimiento” de 360 grados de los otros vehículos que están en las cercanías. En sí, los vehículos equipados con el software apropiado pueden emplear los mensajes de los vehículos circundantes para determinar amenazas de choque. Luego, la tecnología puede emplear alertas visuales, táctiles y audibles -o una combinación de las mismas- para advertir a los conductores.
Técnicamente, estos mensajes V2V tienen un alcance de más de 300 metros y pueden detectar peligros que están ocultados por el tráfico, el terreno o el clima. Asimismo, esta comunicación amplía y mejora los sistemas actualmente disponibles de prevención de choques que usan radares y cámaras para detectar amenazas de colisión. Esto significa que esta novedosa tecnología no solo ayuda a los conductores a sobrevivir de un choque, sino que les ayuda a evitar la colisión por completo.
Si bien, esta tecnología está enfocada a los automóviles, camiones y motocicletas, es posible que en un futuro las bicicletas y peatones algún día empleen este tipo de comunicación para mejorar su visibilidad para los conductores.
