Mitsubishi escogió el Salón de Ginebra 2019 para presentar en sociedad al Engelberg Tourer, un SUV Plug-In Hybrid conceptual, que interpreta lo que será el futuro de la firma nipona en este segmento.
Su nombre está tomado de un afamado centro de esquí suizo, por lo que asumimos es un homenaje al país de exhibición, y dudamos que lo mantenga si algún día llegará a producción.
En el exterior se puede resaltar su imponente y robusto frontal con el clásico diseño en X, aunque con un corte más futurista. Destaca una inmensa parrilla vertical, luces principales LED puestas en distintos niveles y las prominentes protecciones en los parachoques delantero y trasero, que confirman su vocación off-road.
En el techo se luce una caja, que además suma luces antiniebla, y se eliminaron tanto las manillas de las puertas como los espejos laterales, reemplazados en este caso por cámaras.
Basado en el Mitsubishi Outlander PHEV, el Engelberg Tourer tiene bajo el capó un motor a gasolina de 2.4 litros y dos impulsores eléctricos, uno por cada eje. El sistema eléctrico, según Mitsubishi, tiene una autonomía de 70 kilómetros, mientras que sumando ambos paquetes –gasolina y eléctrico- puede alcanzar 700 kilómetros.
También hay que destacar en el Engelberg Tourer el sistema Twin Motor 4WD, que le da capacidades superiores al vehículo en cualquier condición de terreno, y el dispositivo de tracción de Mitsubishi denominado S-AWC, con el cual puede adaptar su funcionamiento teniendo en cuenta el tipo de carretera, el tráfico de la misma y hasta la temperatura ambiente.
Por dentro el modelo se ve menos conceptual que por fuera. Incluye dos grandes pantallas, una como clúster y la otra para el sistema de infoentretenimiento, en contraste con el tapiz de cuero blanco asociado a luces ambientes azules.
Pese a que no se informó de su tamaño, la marca destaca que la habitabilidad es suficiente para siete plazas, aunque al estilo Outlander, más bien estrechas.
Es difícil saber si la Mitsubishi Engelberg Tourer saldrá a producción parecido a lo que se ve en Ginebra, pero de hacerlo, sería una interesante propuesta para la movilidad verde.
