Desde 1948 que Chevrolet, de manera interrumpida, ha sido el encargado de guiar a los 33 autos de la Indy 500, la carrera más importante de Estados Unidos. Para la 103a edición, a celebrarse el próximo 26 de mayo, el Pace Car será el Corvette Grand Sport 2019, lo que marca la 16ª ocasión en que un Vette hace su aparición como Safety Car.
Pintado en color rojo metálico -Long Beach Red Metallic Tintcoat-, este Corvette es distinguido por los adhesivos con el logo de la Indy 500, las franjas en color gris, las llantas de aluminio de 19 pulgadas adelante y 20 pulgadas detrás, y el kit aerodinámico de fibra de carbono.
Como todos los Corvette Grand Sport 2019, este Pace Car porta el motor V8 de 6.2 litros con 460 Hp y 630 Nm de torque, transmisión automática de ocho velocidades, suspensión electromagnética y frenos cerámicos de carbono Brembo. Al momento de entrar en acción al máximo, el ocho cilindros empuja a este auto de 0 a 100 km/h en sólo 3,8 segundos.