Dada su complejidad en relación la cantidad de curvas, elevaciones y millas, el circuito de Nürburgring Nordschleife ubicado en Nurburg, Alemania, no solo es una pista de competencias, sino que también es todo un referente para los fabricantes de automóviles durante y después del desarrollo de un automóvil.
Por años, este legendario circuito ha sido ocupado por las marcas para perfeccionar el desarrollo de sus modelos antes de que salgan al mercado y a la postre funciona para demostrar el desempeño en la pista, siempre basándose en lograr el mejor tiempo en su categoría.
Es tan fuerte el influjo de Nürburgring Nordschleife, que muchas veces los ingenieros pasan semanas en sus instalaciones para poner a punto los vehículos, o en su defecto buscar el mejor crono en las hot laps. Pero como la renta del sitio, así como el traslados y la hospitalidad de todo un equipo de trabajo, es tremendamente elevada, Toyota tuvo la idea de recrear esta pista en el Toyota Technical Center Shimoyama, un nuevo centro de de investigación y desarrollo ubicado en el corazón de la ciudad de Toyota en la Prefectura de Aichi, Japón.
Aunque no tiene la misma longitud que el trazado del “Infierno Verde” -más de 20 kilómetros-, las instalaciones, con un área de 650 hectáreas situadas en un área montañosa, albergan una pista de 5.3 kilómetros que tiene un trazado similar a Nürburgring, por lo que los cambios de elevación y curvas con alto grado de dificultad están presentes en todo momento.
Un punto más a destacar del Toyota Technical Center Shimoyama, es que la edificación utilizará solo alrededor del 30% del área terrestre; la parte más grande comprenderá la vegetación original, así como los espacios verdes desarrollados. Una vez finalizado en 2023, las instalaciones emplearán a aproximadamente 3,300 personas. No seria de sorprenderse, que Toyota arrendara este circuito a otras marcas amigas o que realizara alguna competencia.