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Lamborghini Latinoamérica, la historia de Joan Ferci y sus exóticos conceptuales

Un mexicano se hizo con permisos y derechos para comercializar Lamborghini en Latinoamérica, pero eso lo tiene enfrentado con Volkswagen y Lamborghini SpA. Sus extrañas creaciones con base en el Diablo hablan por si solas.

Lamborghini Latinoamérica, la historia de Joan Ferci y sus exóticos conceptuales

Aunque no lo creas, Lamborghini construyó algunos de sus modelos fuera de Italia, precisamente en México. Pero el cuento es bastante más sabroso, aunque no muy conocido por muchos.

De dueño en dueño, capeando las crisis

Si retrocedemos hasta 1971, los problemas económicos a nivel global, lógicamente afectaron más fuertemente a industrias de espaldas pequeñas y producción limitada, como el caso de Lamborghini. Pedidos para los tractores de la marca italiana se fueron cancelando y la situación de los trabajadores en las plantas no era muy estable. Ferruccio Lamborghini se deshizo de su negocio de tractores en 1972, mientras comenzaba a ver potenciales clientes para que se hicieran cargo de "Automobili".

Vendió el 51% de su empresa a un amigo cercano, un empresario suizo, Georges-Henri Rossetti, cediendo así el control de la empresa. El otro porcentaje, fue vendido a un amigo de Rossetti, marcando en 1974, el fin de los vínculos entre Ferruccio y sus empresas.

En 1973, la crisis del petróleo pegó fuerte, al punto que, en 1978, Lamborghini se fue a quiebra, con dos proyectos interesantes que quedaron al aire, como la colaboración con BMW para la fabricación del M1 y el fallido proyecto Cheetah para un vehículo militar con motor Chrysler, que sería el primer vinculo de los italianos con sus futuros -aunque pasajeros- dueños. La recepción y administración la realizaron los hermanos Jean-Claude y Patrick Mimran, empresarios del rubro alimenticio, a quienes les gustaban los autos deportivos. Ya en 1980, prácticamente la empresa era de ellos, quienes lograron mejorar la empresa con inyección de capital. De esta era es el LM002 (un heredero del proyecto Cheetah, pero con motor V12) y los Countach LP 5000 Quattrovalvole.

Habiendo cumplido su misión, los Mimran pusieron en venta a Lamborghini y nuevamente en 1987, hubo cambio de dueños, al Grupo Chrysler, en manos del recientemente fallecido Lee Iacocca. Y aunque el Diablo, como sucesor del veterano Countach generó importantes ventas, en 1992 nuevamente los planes financieros se desplomaron y Chrysler en 1994 vendió todo al Grupo Megatech, pero no sin antes haber hecho otros acuerdos con el fin de salvar el pellejo del fabricante italiano.

Lamborghini Latinoamérica

En 1994, aparece la figura de Jorge Antonio Fernández García, diseñador y empresario mexicano, quien se hace llamar por el seudónimo de Joan Ferci. Aprovechando el rio revuelto, generó un contrato por licencia, firmado por Michael J. Kimberly, CEO de Lamborghini en Italia y Robert A. Braner, presidente de Automobili Lamborghini USA. donde adquiere (ya en 1995) los derechos para fabricar y comercializar productos de Lamborghini en Latinoamérica. El contrato tiene una extensión valida por 99 años y lo autoriza también a generar versiones preparadas y personalizadas con la licencia de la marca.

Según declara en un extenso reportaje realizado por Autoblog Argentina en el 2006, la idea de Ferci era ser representante de Lamborghini en México, pero como en ese entonces las políticas proteccionistas de la industria local no le ayudaban mucho, tomó el camino largo. 

En 1995 fabrico 23 unidades del Diablo en México, comercializadas en Estados Unidos y en Europa.

No sería hasta 1998, cuando Audi, en nombre del Grupo Volkswagen, se hace cargo de Lamborghini, que Ferci se pone manos a la obra, haciendo uso de sus derechos adquiridos a Lamborghini. Así nació el Coatl, un superdeportivo basado en el Diablo, de dudoso gusto estético y fabricado artesanalmente. Con suerte se vendieron tres, incluyendo un motor potenciado con más de 600 Hp. Esto encendió las alarmas de Lamborghini en Italia, quienes hasta el día de hoy no reconocen el contrato de Ferci con la "antigua" Lamborghini. Por esta razón, es que el mexicano y su empresa solo pueden construir modelos en base a los modelos antiguos, desde el Diablo hacia atrás.

Hace casi 10 años, Ferci volvió a hacer noticia. Radicado desde el 2002 en Argentina, ha tratado por todos lados de montar su empresa, para la fabricación de sus proyectos, acusando obstrucción por parte del Grupo Volkswagen. Trató en Argentina, trató en Uruguay, pero no pasa nada. Una página web, cuyo diseño parece ser reflejo del proyecto, también ofrece los servicios de licencia para productos que van desde ropa y memorabilia, hasta branding de tarjetas de crédito, con el logotipo de Lamborghini Latinoamérica, que es técnicamente, el mismo de Lamborghini. En el fanpage de Lamborghini Latinoamerica, bastante activo, se ven otros productos licenciados con el logo del toro, incluyendo menciones a vinos, relojes, vestuario femenino y hasta criptomonedas, sin olvidar una sana cuota de dardos hacia Volkswagen, fotos historicas y enunciados un tanto "delirantes".

También se han visto algunos bocetos futuristas, firmados por el diseñador japonés Daisuke Iguchi, bastante más dignos que las maquetas modificadas del Coatl o del Alar. 

Los futuros proyectos de Ferci, como el Alar, el Miura II o el Gran Toro, quedarán haciendo humo hasta nuevo aviso. Pero al menos ya conoces la historia de estos extraños conceptuales artesanales, que siendo sinceros (y en una opinión muy personal) dejan muchísimo que desear. 

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