Investigadores de Kaspersky, empresa de ciberseguridad global, analizaron diferentes accesorios diseñados para hacer los vehículos más inteligentes y que cada vez están más al alcance de los usuarios. En ese sentido, se consideraron dispositivos seleccionados al azar, incluyendo un sistema de monitoreo de la presión y la temperatura de las llantas, un sistema de alarma inteligente, un rastreador GPS y una cámara controlada vía app.
Aunque regularmente la industria IoT (Internet of Things o Internet de las Cosas) se considera vulnerable al hackeo, la buena noticia es que tales dispositivos relacionados con el sector automotor demostraron ser muy seguros y no presentaron vulnerabilidades importantes.
Los especialistas aconsejan:
Lo primero es considerar los riesgos de seguridad que puede generar el dispositivo que quiera vincular con su auto. Piense dos veces si, por ejemplo, el dispositivo solo se relaciona con información de telemetría o si tendrá acceso al "cerebro" del auto (ECU, por su nombre en inglés).
Antes de comprar un dispositivo, infórmese en internet sobre cualquier vulnerabilidad reportada. Es probable que el producto deseado ya haya sido examinado por los investigadores de seguridad, o que tenga reclamos en el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac), siendo posible averiguar si reporta algún problema y si ya ha sido “hackeado” o superado.
No siempre es buena idea comprar los productos recién lanzados al mercado. Junto con los errores estándar que a menudo se encuentran en los nuevos productos, estos pueden tener fallas de seguridad que aún no se han reportado y que pueden afectar la privacidad de los datos. Lo mejor es comprar productos que cuenten con varias actualizaciones de software.
Tenga en cuenta siempre la seguridad de la "dimensión móvil", especialmente si tiene dispositivos Android: las aplicaciones suelen ser útiles y facilitan la vida, pero una vez que un teléfono inteligente es infectado por un malware (programa malicioso), es muy probable que "contagie" a los equipos con los que se conecte.