Lo de Lancia es digno de una historia de supervivencia. Fundada en 1906 y perteneciente a Fiat desde 1969, la marca triunfó en los principales circuitos del rally mundial y lanzó al mercado algunos de los autos más espectaculares que se recuerden, como el Flaminia (1957), el Fulvia (1963), el Stratos (1973) y el Delta (1980).
Para muchos especialistas, el Delta HF y su evolución, el Delta Integrale, son los mejores auto en la historia del campeonato del mundo de rally, ganador de 46 carreras en 64 participaciones, de cuatro títulos de piloto y 6 de constructores entre 1987 y 1992.
Pero la marca fue perdiendo presencia global y cayendo en las ventas desde el cambio de milenio en adelante, al punto que durante la administración de Sergio Marchionne, FCA decidió hacer una sinergia inexplicable con Chrysler, y es así como en 2011 se lanzaron para el mercado europeo los Lancia Thema, Flavia y Voyager, que no eran otra cosa que los Chrysler 300C, 200C y Town&Country, con cambio de logo.
Como no podía ser de otra manera, el proyecto fue un fracaso y Lancia cayó estrepitosamente en las ventas, al punto que para 2016, FCA decidió sacar a Lancia de todos los mercados europeos con excepción de Italia, que a la fecha representaba el 90% de sus ventas.
No sólo eso, sino que el último modelo real de Lancia fue el Ypsilon de segunda generación lanzado en 2011, y es el único que se mantiene vivo. Hoy, Lancia sólo vende Ypsilon y sólo en Italia, y no lo hace nada mal: casi 35 mil unidades en el primer semestre.
El Ypsilon, como se sabe, utiliza la misma base mecánica del Panda y compite en el segmento de los autos urbanos. Equipa un motor 1.2 litros con 69 Hp y 105 Nm, asociado a caja mecánica de cinco marchas, pero también se ofrece con un motor de gas natural que genera 80 Hp.
El equipamiento es bastante completo considerando el segmento: pantalla de 5” con sistema U-Connect, climatizador, control crucero, vidrios eléctricos, sensores de lluvia y luz, volante multifunción. Se ofrece en cuatro versiones de color (negro, dorado, plateado y azul), cada uno apostando a un estilo muy fashion en su estética interior.
Y, lo principal, es muy barato: desde 9.300 euros con bonificaciones, algo así como 7,5 millones de pesos, menos que el propio Panda.
Lo sorprendente es que a Lancia le va mejor que a Alfa Romeo, que este año ha caído estrepitosamente en sus ventas globales, y sólo en Europa comercializó menos de 30 mil unidades en el mismo período en que Lancia vendió 35.o00.
Lo claro es que no hay planes para revivir Lancia, ni lanzar nuevos modelos. Cuando el vuelito del Ypsilon se acabe, se pondrá fin a más de 100 años de historia automotriz.