Bill Simpson, un veterano de las carreras, aunque mucho más famoso por sus logros fuera de ella, murió esta semana a los 79 años, culpa de complicaciones de salud.
Simpson no te debe sonar mucho ahora, pero si te hablo de cascos, butacas, trajes de carrera y más... cambia la cosa ¿no?
Simpson fue corredor de piques (drag) pero también estuvo muy ligado a los monoplazas y autos deportivos, incluyendo participaciones en los campeonatos de la SCCA y la USAC. Su carrera deportiva terminó en 1977, durante las prácticas de las 500 Millas de Indianápolis, donde se dio cuenta que estaba más preocupado de su negocio de artículos de seguridad que de correr. En esa carrera, fue reemplazado por un reconocido piloto de Fórmula Uno, Clay Regazzoni.
Su primer gran aporte al mundo del motorsport lo hizo después de un feroz accidente a los 18 años de vida, corriendo en un dragster. Como casi pierde los dos brazos, pero quería seguir corriendo, se le ocurrió, gracias a un tío militar, usar un paracaídas con refuerzo en X. Simpson hizo varios prototipos, hasta que el invento obviamente funcionó y pudo fundar su empresa, la misma que hoy es un importante proveedor de elementos de seguridad.
Simpson también fue un pionero entre los trajes retardantes de fuego, pero no fue hasta que conoció a Pete Conrad, astronauta de la NASA y entusiasta de las carreras. Conrad le mostró a Simpson el famoso material Nomex, creado por DuPont y que era una tela resistente a las flamas que se estaba usando en los trajes espaciales del programa Apollo.
La leyenda dice que Simpson iba a las carreras y se "quemaba a lo bonzo" para demostrar la efectividad de sus trajes. Su impacto fue tal, que el estándar se propagó hasta la Fórmula Uno. Hoy, DuPont desarrolla distintos compuestos, incluyendo refuerzos con Kevlar para hacer los trajes tan resistentes como demanden los reglamentos de la FIA y no tan pesados como lo eran en los setenta.
Una delicada situación, cambió la fortuna de Simpson, el accidente de Dale Earnhardt en 2001, leyenda de NASCAR, quien falleció culpa de usar cinturones y elementos de seguridad de Simpson. Luego se descubrió que los elementos que estaba usando en competencia, estaban mal instalados. Pero el shock fue tal, que Bill abandonó su propia empresa para crear Impact Racing.
Simpson Performance Products e Impact Racing suman más de 200 productos relacionados con la seguridad en las carreras. Pero sus vitales aportes en la materia le valieron entrar al Salón de la Fama del Motorsport en el 2003 y el Salón de la Fama de Indianápolis en el 2014.