Después de tanta espera, por fin llegó el día en que se tenía que subastar uno de los autos de película más codiciados del mundo: el Mustang GT 1968 que apareció en Bullitt de 1968.
Una muestra del furor y de lo codiciado que es este muscle car, es que tras terminar la puja el auto, por que el que se pagaron $3.4 millones de dólares, rompió el récord por la cantidad más alta que se haya pagado por un Mustang.
Es importante que mencionar que, para la película protagonizada por Steve McQueen, recordada por tener la mejore persecución de auto en la historia del cine, se emplearon dos Mustangs modificados, uno de ellos se perdió en el olvido hasta que fue encontrado en Baja California, México; y el otro paso por varios propietarios hasta que quedó en manos de Robert Kiernan.
Si bien el propio McQueen hizo numerosos intentos de recuperar el vehículo, incluso ofreciéndole a Robert Kiernan ayudarlo a encontrar un Mustang similar, este ya se había enamorado de él y rechazó todas las ofertas.
Tras ser utilizado como vehículo del diario por la familia de Kiernan, con el paso de los años quedar estacionado en la cochera de la casa. Aunque hubo el intento de restaurarlo, todo quedó estancado debido a que el dueño fue diagnosticado de Parkinson y a la postre murió en 2014
Debido al cariño que le tenía Robert a su Mustang, su hijo realizó las reparaciones mecánicas que le permitieran aparecer en público junto a la tercera edición del Mustang Bullit que hizo su debut en el Auto Show de Detroit de 2018.
Ahora, ante la necesidad de repartir el patrimonio entre los hijos de Robert Kiernan, la familia decidió ponerlo a la venta recaudando $3.4 millones de dólares.