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Todo sobre las plataformas y cambios de insignia en el mundo automotriz

Muchas veces has escuchado el termino plataforma. Parece un cliché de industria, pero la verdad, es que es un tema mucho más interesante. Plataformas modulares, kits de armado, badge engineering... te contamos de que se trata todo.

Todo sobre las plataformas y cambios de insignia en el mundo automotriz

Muchas veces, se habla en el mundo automotriz de plataforma. Aunque esto puede sonar super sencillo para muchos, la verdad es que no es tan fácil de entender para otros y es un tema muy interesante para comentar sobre el desarrollo automotriz, principalmente por las implicancias y complejidades que se involucran en la fabricación de una plataforma moderna. Antes, las cosas eran más sencillas. Los principios, eso sí, siguen siendo los mismos: economía de escala.

Cuando hablamos de plataforma, usualmente nos referimos a la base o la fundación en la cual se fabrica un auto. Esto principalmente tiene que ver con su núcleo, o sea el piso del auto, los puntos de suspensión, el cortafuegos y el tren motriz. Antes, podíamos referirnos simplemente a un chasis y a un tren motriz, al cual podríamos montarle distintas carrocerías encima, mientras estas se adecuaran a la distancia entre ejes del auto y que el motor respondiera a las necesidades de uso.

Ese principio, es el que ha permitido lograr abaratar costos en muchos vehículos, porque claro, desarrollas un par de motores y ciertos componentes estandarizados que finalmente se comparten en distintos autos. Con esto, consigues descuentos con los proveedores en piezas al por mayor y el dinero restante lo puedes invertir en otros departamentos (diseño, calidad interior, materiales, etc.) o derechamente como utilidades para la empresa.

Los primeros vehículos con plataforma compartida, fueron obra de General Motors. El conglomerado americano, se permitía en algunos modelos, usar un solo chasis para modelos de distintas marcas, donde solo cambiaba la carrocería y las opciones de motor. Así, solo te preocupabas de diferenciar a los autos por diseño, lujo y tecnología, pero con una base similar, incluyendo juego de suspensiones, frenos, entre otros.

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Un caso ejemplar. Estos cuatro autos, aunque no lo creas, comparten la misma plataforma. El Cimarron es un calco del Cavalier, sin embargo el Monza ya tiene una identidad un poco más definida y ajustada a su mercado y posicionamiento. El caso de Daewoo con el Espero, es lo que se puede llegar a lograr haciendo un importante trabajo de investigación y desarrollo sobre una plataforma ya existente (y en este caso, ya bastante obsoleta).

Insignias prestadas

Con el tiempo, esto se fue haciendo más complejo, dado que los autos comenzaron a ser monocasco. Entonces la plataforma era mucho más complicada de ajustar. Durante varias décadas, muchas marcas usaron lo que se denomina peyorativamente como "badge engineering" (o sarcásticamente, "ingeniería de insignia").

Este ejercicio consiste en tomar la base de un auto… más bien el auto completo y luego le cambias el clip frontal (guardafangos, capot, luces, parachoques) y/o el clip trasero, por el de la marca que quieres que lo venda.

Con esto, si el auto “nuevo” era más lujoso o deportivo, solo te dedicabas a mejorar el motor, poner unas llantas más bonitas y un interior con asientos o detalles acorde a la marca adaptada. Pero considerando que el auto es técnicamente el mismo, fácil de notar porque usualmente las puertas, la consola interior y algunos órganos internos, son exactamente los mismos.

En el peor de los casos, ocurría literalmente el "badge engineering" que era cambiar solamente la parrilla, el volante, las llantas y las insignias. No puedes engañar a la gente por mucho y hay casos reconocidos, como lo que le sucedió al Cadillac Cimarron, que técnicamente era un Chevrolet Cavalier... ¡el auto más barato de Chevrolet!

Hasta el día de hoy, se cita al Cimarron como el peak de lo peor que puede suceder a la hora de usar la base de un auto para armar otro. Cadillac necesitaba un auto compacto para no perder pisada ante BMW o Volvo. Sin embargo, no hay que olvidar que Cadillac es una marca de lujo muy tradicional y enraizada en la cultura americana. Nadie quiere Cadillacs pequeños y mucho menos, basados burdamente en un modelo económico. Es como que Nissan hubiese transformado al V16 en un Infiniti.

Otros casos: el Honda Integra, que se vendió como Acura Integra en Estados Unidos, con un frontal distinto y abajo el Suzuki Vitara/Escudo, comercializado como Geo Tracker en Estados Unidos, donde no hicieron nada más que cambiar la insignia.

En Europa, se puede hablar bastante de esta estrategia, pero no tan solo entre marcas de un mismo grupo (como Peugeot o Citroën) sino que entre alianzas con otras marcas. Así vimos casos como el del Lancia Thema y el Fiat Croma, que también conocimos como el Alfa Romeo 164 y el Saab 9000. El Lancia si se parecía bastante al Fiat, pero no así al Alfa Romeo y mucho menos el Saab, lo que habla de como una plataforma, puede finalmente trabajarse completamente para formar un auto completamente distinto. Casos más modernos, los podemos ver en la camioneta de Nissan, la NP300, la cual derivó en la Dongfeng Rich 6, la Renault Alaskan y la Mercedes Clase X, esta última, bastante más desarrollada y diferenciada de la original. Hay muchos casos más, pero no los vamos a nombrar todos.

Esto también pasa con los modelos licenciados. O sea, una marca pequeña, no tiene el presupuesto para desarrollar un auto nuevo, pero puede comprar la licencia para fabricar un modelo más antiguo o vigente, con algunas modificaciones, según lo que se pueda negociar por ambas partes. Asi comenzaron los fabricantes coreanos y los chinos, aunque en el caso de los segundos, esto se prestó para copias o plagios. Con respecto a los primeros, muchos autos y furgones, eran versiones "recocidas" de modelos antiguos, pero legalmente licenciadas. El Kia Pop era un Ford Festiva, el Hyundai H100 era una Mitsubishi L200 y el SsangYong Korando Family era un Isuzu Trooper. Y ya que mencionamos a Isuzu, hay varios modelos que fueron a venderse a otros mercados con otras insignias, gracias a las alianzas que tenía la firma japonesa. 

Entonces finalmente tenemos que esto ocurre en distintos casos, sea para diferenciar autos de un mismo grupo, cuando hay alianzas comerciales, cuando una marca "pega" más que otra en algunos mercados, para crear productos en alguna sub-marca, etc.

Pero volvamos a las plataformas…

Claramente, hay esfuerzos en ingeniería mucho más grandes que los ejercicios comerciales de rebadging, alentados por departamentos de marketing. Es cosa de pensar en autos como el Volkswagen Escarabajo, cuya sección motriz y componentes básicos, dieron pie a una serie de modelos. Gracias al Escarabajo, está la Kombi, el Karmann Ghia, el Fridolin, el Brasilia y tantos otros modelos que hoy se consideran de la familia aircooled (enfriados por aire). Esta práctica se fue ampliando a muchas otras marcas para sus distintos modelos, de los cuales se crean distintas configuraciones.

Así, las marcas creaban prácticamente una plataforma por modelo, pero dicha plataforma tenía que ser capaz de ser usada en una configuración sedán, coupé, station wagon y más. Ejemplos claros, son algunos modelos globales que se masificaron mucho en Latinoamérica, como el Opel Corsa o el Fiat Uno, que luego dio pie al Palio. Es cosa de contar cuantas versiones hay de cada modelo, con tres y cinco puertas, sedán, furgón de carga, camioneta ligera y hasta en algunos casos, versiones crossover.

Estas plataformas no se compartían con otros autos, pero si tenían que ser suficientemente versátiles. Eso significa que una misma base, tiene que ser capaz de tolerar al menos dos kits de suspensiones (para autos urbanos y autos de trabajo) y ofrecer de base una resistencia suficiente para dichas labores.

Plataformas modulares

Esto nos lleva a algo que debes haber notado. Con el tiempo, culpa de piezas estandarizadas, los autos también comienzan a perder identidad; todos se parecen mucho en como se manejan. Y esto nos lleva al trabajo que hace cada marca para poder entregarle una diferenciación más grande a sus modelos, considerando que las plataformas ya no solo se usan en un solo auto y sus distintas variantes, sino que en otros autos de la misma marca.

Con esto llegamos a las plataformas modulares, lo cual consiste en estructuras básicas que tienen ciertas secciones estandarizadas y fijas, con otras que son ajustables según su uso.

Un caso muy notable, es el de Volkswagen con sus plataformas modulares, usadas en bastantes autos de su agrupación. Este esquema ha ido evolucionando con el tiempo y considera mantener la distancia entre el eje tractor, el motor y el cortafuegos, completamente prefijada, pero con la opción de poder alargar los voladizos o el suelo del auto, manteniendo en algunos casos, el esquema de suspensión trasera, los parabrisas delanteros o las estructuras de las puertas delanteras.

Con el tiempo, la plataforma modular ha mutado en una especie de "kit" donde no solo hay una plataforma modular, sino que también piezas intercambiables para armar distintos autos. Con esto, la marca “madre” diseña una serie de piezas y subestructuras estandarizadas para escoger segun el modelo, evitando generar piezas especificas y costosas para cada auto y relegando la identidad de la marca al trabajo individual de diseñadores, ingenieros de desarrollo y pilotos de prueba, quienes son los encargados de hacer que un auto sea reflejo de los valores de su propia marca, en calidad, estilo y conducción, al margen de que las piezas sean compartidas.

La calibración de la dirección, tipo de bujes, frenos, suavidad de la suspensión, neumáticos y gestión electrónica de transmisión y motor, aun ofrece abundantes márgenes para diferenciar un modelo de otro, si la marca lo requiere.

El futuro

Hoy mucho se habla de las plataformas tipo skate, un subchasis que alberga las baterias y los motores eléctricos en un auto. Al cada vez ir disminuyendo las interfaces mecánicas (porque hoy en dia, todo es by-wire) y el tamaño de los componentes, ya no es necesario prefijar los cortafuegos o estructuras, sino que prácticamente se puede montar lo que sea sobre una plataforma eléctrica. Además, que los motores son muy variables en cuanto a su potencia, entrega y tracción, lo que permite técnicamente "emular" el comportamiento de cualquier auto.

Esto queda de manifiesto con un curioso prototipo eléctrico (el Blackbird) que se usa en el cine para instalar autos virtuales. Es una jaula, la cual se puede adaptar en su largo y programar para que tenga el comportamiento del auto a replicar (más bajo, más alto, tracción delantera o trasera, etc.). Luego se graba con el vehículo y después se hace el injerto digital sobre esta base, como una marioneta mecánica. Esto permite abaratar costos y grabar cosas que no te dejarían con un modelo original.

Quizás nos acercamos a un futuro donde las marcas solo tengan dos plataformas de este tipo... o incluso, las plataformas se reduzcan y las marcas comiencen a subsistir gracias a los productos que desarrollan sobre estas bases. 

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