Metalhead es el quinto episodio de la cuarta temporada de la serie de ciencia ficción Black Mirror de Netflix. Estrenado originalmente el 2017, nos mostró, muy en el tenor distópico de la serie, una historia bastante sencilla basada en una temática que ha sido tomada por muchas películas, libros y series de ficción; la rebelión de las máquinas. Estas máquinas en cuestión, son una especie de "perros robot" extremadamente inteligentes y poderosos que cazan seres humanos.
Según cuentan los creadores de la serie, estos robots están inspirados en el proyecto BigDog de Boston Dynamics, una empresa de ingeniería y robótica. El proyecto BigDog se creó el 2005, fundado por DARPA (la agencia de desarrollos avanzados para la defensa de Estados Unidos) y consistía en un cuadrúpedo robotizado que podría ser usado como una mula de carga que asistiera a militares en terrenos donde un vehículo no podría acceder. El proyecto se canceló el 2012 y derivó en modelos más pequeños, menos "militarizados" y con accionamiento eléctrico en lugar de hidráulico.
Estos prototipos de Boston Dynamics son los que dieron pie a Spot y Fluffy, los cuadrúpedos que hoy están siendo probados en la planta de transmisiones Van Dyke de Ford y que hace un tiempo atrás también se habían hecho virales en un video que los mostraba recorriendo un parque de Singapur para monitorear el distanciamiento social por la pandemia. Cada uno pesa cerca de 31 kilos, lucen un vistoso color amarillo y se portan como un perro, o sea pueden sentarse, dar la mano y darse vuelta, aparte obviamente de realizar escaneos con cámaras de 360° y subir escaleras durante horas.
Equipados con cinco cámaras, los robots pueden viajar hasta a 4,8 km/h con una batería que dura cerca de dos horas, y serán utilizados para escanear la planta y asistir a los ingenieros en actualizar el diseño computarizado original que es utilizado cuando las plantas necesitan reabastecerse.
“Diseñamos y construimos la planta. Luego de esto, con el paso de los años, se realizan cambios que rara vez son documentados”, dice Mark Goderis, gerente de ingeniería digital de Ford. “Teniendo estos robots que escanean nuestras instalaciones, podemos observar cómo se ven realmente ahora y construir un nuevo modelo de ingeniería. Este modelo digital es utilizado, luego, cuando necesitamos reabastecer nuestra planta para nuevos productos”.
Los maliciosos y futuristas cuadrupedos de Black Mirror.
Sin Fluffy, la actualización podría ser mucho más tediosa
“Utilizábamos un trípode y podíamos caminar alrededor de la instalación parando en diferentes áreas por cinco minutos, esperando a que el láser escanee”, recuerda Goderis. “Escanear la planta podía llevar dos semanas. Con la ayuda de Fluffy, podemos hacerlo en la mitad del tiempo”.
La vieja manera también era más costosa: rondaba cerca de U$S300,000 escanear una instalación. Si esta prueba piloto funciona, el equipo de manufactura de Ford puede escanear todas sus plantas por una fracción del costo. Estas tecnologías de vanguardia pueden ayudar a la compañía a ahorrar dinero y reabastecer las instalaciones más rápido para ayudar a traer nuevos vehículos al mercado antes de tiempo.
Llegado el momento, comenta Goderis, la intención será operar los robots de forma remota, programándolos para misiones en la planta y para recibir reportes inmediatos desde cualquier lugar del país. Hasta ahora, los robots pueden programarse para seguir una ruta específica que puede ser operada desde 50 metros de distancia con la aplicación de la tablet.
La clave del éxito
La clave del éxito de Fluffy y Spot es su agilidad, dice Wiebelhaus, quien controla su robot a través de un dispositivo similar al que se utiliza en los videojuegos (incluso el control tiene botones que estan directamente sacados de un mando de Xbox) y que le permite ver de forma remota la visión de la cámara. Si ocurre algún incidente, el control de Wiebelhaus posee una funcionalidad para pararlo y evitar que choque contra algo.
Los robots tienen tres maneras de moverse: caminata por piso estable; un ritmo pausado para terrenos irregulares y una velocidad especial para escaleras. Pueden cambiar posiciones de cuclillas a estirados, lo que les permite desenvolverse por áreas difíciles y poco accesibles en la planta. Pueden manejarse a través de distintos terrenos, desde rejillas hasta escalones con inclinaciones de 30°. Si se caen, pueden ponerse de pie por sí solos. Son capaces de mantenerse a salvo; mantener distancia de los objetos para prevenir accidentes.
A veces, Fluffy se sienta en sus caderas robóticas y anda en la parte trasera de un pequeño y redondo Robot Móvil Autónomo conocido informalmente como “Scouter”. “Scouter” se pasea suavemente de arriba abajo por los pasillos de la planta, permitiéndole a Fluffy conservar su batería hasta que es tiempo de ponerse a trabajar. Scouter puede navegar las instalaciones de forma autónoma al mismo tiempo que escanea y captura en 3D nubes de puntos para generar un diseño CAD de la planta. Si un área es muy angosta para Scouter, Fluffy llega al rescate.
“Hay áreas en la planta que no quieres caminar porque pueden ser muy dificultosas para maniobrar”, dice Wiebelhaus. “Es más fácil y seguro enviar allí a Fluffy”.