Una de las denominaciones más icónicas de la octogenaria historia de Jeep es “Cherokee”. Utilizada por la marca desde hace casi medio siglo (1974), hoy se mantiene en los modelos Grand Cherokee y Cherokee, "caballitos de batalla" de la firma gracias a que están entre los tres vehículos más vendidos del segmento en el mercado de Estados Unidos (1º y 3º, respectivamente), y cuyas ventas englobaron más del 40% de las totales de Jeep en 2020.
La palabra “Cherokee” proviene de una tribu indígena del país norteamericano, que se denomina de esa manera y que como te imaginarás, nunca recibió ni un centavo de la automotriz por su uso. Por lo tanto, en las últimas horas, la población originaria decidió reclamar por el uso que hizo y sigue haciendo Jeep de su nombre durante más de 45 años, exigiéndole que lo retire de su producción.
¿Por qué el reclamo sucede ahora y no durante los casi 50 años que Jeep explotó el nombre? “Estamos en una época en EE.UU. donde es hora que las corporaciones y asociaciones deportivas retiren el uso de nombres, imágenes y mascotas de nativos de este país, tanto de sus camisetas como de sus productos”, comentó a Car and Driver Chuck Hoskin Jr., representante máximo de la población Cherokee. Veamos a qué se refiere.
El contexto
Los movimientos políticos, sociales y culturales generados en las décadas recientes, y que en 2020 alcanzaron su peak en Estados Unidos con el movimiento “Black Lives Matter”, generó un contexto en el que los Cherokee ven con buenos ojos ejercer su derecho identitario y reclamarle a Jeep por el uso del nombre de su población sin permiso alguno.
La situación planteada por la tribu originaria no resulta novedosa dentro de Estados Unidos, ya que el año pasado el equipo de fútbol americano Washington Redskins debió cambiar su histórico logo (un indígena de perfil) y su nombre a Washington Football Club por contar con una denominación considerada como un insulto racial (“redskins” o pieles rojas es término utilizado para llamar peyorativamente a los indígenas). Algo similar sucedió con el equipo de beisbol Cleveland Indians, que ahora se llama simplemente Cleveland.
La postura de Jeep
El principal problema que atraviesa la compañía hoy en poder de Stellantis es que “Cherokee” cuenta con una carga histórica muy importante, especialmente por el sentido de pertenencia generado hacia sus clientes desde hace casi 50 años. Además, no nos olvidemos que hace menos de dos meses la marca presentó la quinta generación del Grand Cherokee, por lo que lejos está de querer sacarla de circulación.
Por lo pronto, en un comunicado, Jeep señaló que “los nombres de nuestros vehículos fueron cuidadosamente elegidos y nutridos a lo largo de los años para honrar y celebrar a los nativos americanos por su nobleza, destreza y orgullo”. De todas maneras, desde la firma se mostraron “más que nunca comprometidos a dialogar abiertamente y de forma respetuosa con el jefe de los Cherokee, el señor Hoskin”, evitando así una postura más bien desafiante o con intenciones de no tener en cuenta el reclamo del pueblo indígena.