Pasan los días y cada vez son más las automotrices que deben detener sus procesos productivos en Brasil, al menos de forma provisoria. Tras lo acontecido con Honda, General Motors Volvo, Scania y Volkswagen, ahora son Nissan, Mercedes-Benz, Renault y Toyota las que se ven obligadas a suspender sus tareas.
En todos los casos la causa es la misma que definió la situación de Volkswagen: la compleja situación sanitaria que vive Brasil por la pandemia del Coronavirus, cuya segunda ola está impactando de forma más grave que la primera, lo que días atrás generó que el sindicato de trabajadores ABC le pidiera a ANFAVEA, la asociación que nuclea a las automotrices y filiales brasileñas, el cese de actividades.
Nissan detendrá sus tareas productivas en Resende desde el viernes 26 de marzo hasta el lunes 12 de abril. Por su parte, Mercedes-Benz, que en Brasil produce camiones y buses, dejará de hacerlo en sus plantas de San Pablo y Juiz de Fora por un período de tiempo más corto, entre el viernes 26 y el viernes 5 de abril. Eso sí: al regresar, la firma alemana mejorará sus medidas sanitarias al incorporar la división de los empleados en grupos para distribuir su presencia en las fábricas.
Renault y Toyota se sumaron un día más tarde y pararán sus operaciones hasta el viernes 5 de abril. La marca del rombo cerró su planta de Sao José dos Pinhais (Paraná), mientras que la firma nipona cerró sus cuatro operaciones del Estado de Sao Paulo: Indaiatuba, Porto Feliz, São Bernardo do Campo e Sorocaba.
En cuanto a las demás automotrices, General Motors (que detuvo sus actividades por falta de piezas, no por los contagios) aseguró que cuenta con las medidas necesarias para evitar la suspensión de la fabricación, mientras que Stellantis ha mantenido hasta ahora su producción.
