“Lávale el motor, decían, luego el auto ya no prendió". Esa fue la última vez que cierto propietario decidió abrir el capó de su auto, salvo para lo necesario. Un día decidió venderlo y solo con ver el aspecto que tenía el motor (polvo, lodo, manchas de aceite, etc.), el comprador se desanimó.
Existen 20 mil historias acerca del lavado de motor. El asunto es muy sencillo: “lavarlo” no quiere decir “mójalo por completo”. Como todo, hay técnicas y herramientas para realizarlo sin perjudicar sus componentes.
Sí, lávalo
Resulta increíble la cantidad de suciedad que puede alojarse en el vano motor de un auto. No es para menos, absolutamente todos están diseñados para mantener el flujo de aire así que esto le facilita la tarea a la mugre. Si a eso añadimos la temporada de lluvias, el barro, los residuos asfálticos y alguna pérdida de fluidos, el motor puede convertirse en un verdadero nido de ratas, no te rías, es real; se han encontrado roedores en los motores sucios. Así que toma cartas en el asunto y mantenlo limpio.
Si quieres no lo laves, pero límpialo.
No te digo que le eches cubetadas de agua, pero será difícil quitar meses o años de mugre sin recurrir a la presión de una hidrolavadora. Si no la tienes o sigues sin convencerte, lo ideal es hacerte de productos especializados: desengrasantes de motor, abrillantador, cepillos, paños o trapos, tiempo y paciencia. Para los que nos gusta pasar rato con el auto, no es ningún problema, pero la verdad es que es más demoroso, sin embargo, los resultados valdrán la pena. A partir de entonces, te puedes crear el hábito de realizar esa tarea por lo menos cada mes, lo cual facilitará la limpieza y el buen estado de los componentes.
¿Por qué lavarlo?
El buen o mal aspecto y estado del vano motor dicen mucho sobre la vida del auto, algo fundamental al momento de vender o comprar. Pero si somos más exigentes, la suciedad degrada más rápido los componentes: cables, arneses, plásticos, gomas, empaques, adhesivos y todo eso que se emplea en el armado del motor. Muchas veces la mugre impide localizar fallas, incluso las origina; hay sensores que dejan de funcionar por esta causa ocasionando que un día, el auto sencillamente no prenda.
Tips Autocosmos
- Si la idea de “lavarlo” no te convence, abre el capó cada mes y pásale el trapo a todas las superficies. Así no permites que la suciedad se acumule tanto, mientras monitoreas el estado general de los componentes, a veces una simple revisión te ahorra dolores de cabeza.
- Siempre realiza este mantenimiento con el motor frío, protegiendo alternador, bobinas de bujías, batería. Para mayor seguridad puedes cubrir esos componentes con algún plástico y NUNCA toques los bornes de la batería con las manos mojadas.
- Los productos especializados como desengrasante o abrillantadores, se aplican de manera indirecta y en pequeñas cantidades, lo mismo sucede con el chorro de la hidrolavadora, el cual nunca deberá tocar componentes sensibles como arneses o empaques. Alejar el chorro a un metro de distancia es buena técnica. Después solo necesitarás secar con un paño limpio.
- También puedes “lavar en seco”. Aplica desengrasante especial al motor frío, con cepillos de cerdas suaves remueve la suciedad, luego con un paño húmedo retírala y posteriormente, con otro paño impregnado de abrillantador especial, seca las superficies, mangueras, etc.
- Luego de una limpieza exhaustiva, el motor puede ser limpiado cada mes sin necesidad de emplear agua. Bastará repetir los procedimientos del paso número 4. Si no tienes mucho tiempo o la herramienta necesaria, las empresas de detailing incluyen en sus paquetes el lavado o detallado de motor, esa también es una buena idea.
Hoy en dia hay muchos productos especializados para el motor. Además hoy también hay máquinas de vapor, que hacen mucho más seguro este trabajo. Si eres cuidadoso, tendrás tu motor reluciente, pero también seguro y libre de mugre para un funcionamiento óptimo.