Aston Martin Valour, el valor de 110 años de historia

La leyenda de Aston Martin se forjó a partir de un tipo de auto que han sabido fabricar a la perfección y que les prácticamente inherente a su identidad: el grand tourer.

Probablemente, por lo mismo nos es muy natural asociar al personaje de James Bond con este tipo de autos, más allá que el agente 007 tenga un DB5 como vehículo predilecto. Y esto no tiene que ver con temas comerciales, sino que con un tema de valores.

Hablamos de un auto elegante, de dos plazas, analógico, lo suficientemente lujoso y cómodo para grandes viajes pero deportivo a la vez, no para ganar en una carrera, pero si para disfrutar de la velocidad, de las curvas. El que sea británico también le da un aire malicioso y distinguido, una suerte de mística única. Y lo analógico no es tan solo por rendirle culto al pasado, sino que por lo artesanal, lo mecánico, cosas que uno construye, que cobran vida y que uno manipula, cosas que se diluirán en la era de la electrificación a la que Aston Martin transitará dentro de poco, con la tecnología de Lucid.

Esos son los valores que han llevado a Aston Martin a cumplir 110 años de vida. Valores defendidos, propiamente, con valor, con coraje, transando lo justo. Así que no parece una decisión antojadiza llamar Valour a su más reciente modelo, basado en el V12 Vantage y del que solo se fabricarán 110 unidades y que será un verdadero auto de colección, aunque ojala también, uno para disfrutar, mientras exista algún tipo de combustible para quemar.

El Valour es impulsado por un feroz V12 de 5.2 litros Twin Turbo, el que desarrolla 705 Hp y 753 Nm de torque y que solo será dominado a la antigua, con una caja de cambios manual de seis velocidades; hay que tener valor para llevarlo fuerte. De ayuda, porque ya no son las potencias de antaño, tenemos un diferencial LSD mecánico y tres modos de manejo que ayudan con la respuesta del control de estabilidad, sensibilidad del acelerador y el sonido del escape.

Con la suspensión es lo mismo; se hizo todo el trabajo de ingeniería, revisando la geometría completa de los componentes, pero con amortiguación adaptativa. A esto se suman refuerzos estructurales, barras de torsión, un soporte extra para el estanque de combustible, otro soporte para unir las torres traseras de la suspensión, frenos carbono-cerámicos y un rack de dirección, que la marca señala, fue pensada para evitar todo tipo de intrusiones parasitas que no tengan que ver con la comunicación en si del tren delantero, para un tacto inmediato y detallado. Parece el sueño de muchos de nosotros.

Por fuera hay muchas referencias a la historia de Aston Martin, en especial el V8 Vantage, pero también a modelos como el Valkyrie, el DBR1 y el inédito Victor. Todo fue fabricado en fibra de carbono y modelado de tal manera que la aerodinámica sea discreta para lo que acostumbramos a ver en autos de esta potencia. A lo más veremos un extractor tipo herradura sobre el capot, con dos entradas NACA, cortinas de aire, faldones y spliters integrados con elegancia, lamas en la tapa que reemplaza al parabrisas posterior, dramáticos difusores y hasta una cola kamm, con pequeñas luces LED que sobresalen de una grilla que descansa en una pieza de aluminio pulido. Y si los escapes triples de acero inoxidable no te provocan, las llantas tipo panal de 21" si lo harán.

Y por dentro, poco podemos ver, porque el fotógrafo oficial de Aston Martin se excedió con la post-producción, pero la marca indica que la personalización será amplia, sea aluminio o titanio fresado, fibra de carbono, madera, cuero y la tapicería que quieras, incluyendo casimir o tweed. El departamento Q de personalización de la marca señala hasta 21 colores, tintes para la fibra de carbono, libreas decorativas y más.

La producción del Valour comenzara en Gaydon el tercer trimestre de este año para comenzar a hacer las entregas a finales del mismo, o sea es un auto para ahora ya, un necesario antídoto contra los autos modernos tan clínicos de la era moderna.