Esta semana se realiza en California la séptima edición del Rennsport Reunion, el mayor evento global de la marca Porsche, y una de las grandes novedades a mostrarse en el Circuito Laguna Seca será el Mission X, un ejercicio de diseño realizado por la marca para celebrar sus 75 años de historia.
El modelo es un biplaza eléctrico que podría anticipar a un eventual sucesor del 918 Spyder, aunque Porsche nada ha dicho al respecto. "El Porsche Mission X será un referente tecnológico para los autos deportivos del futuro. Toma la posta que dejan icónicos deportivos de décadas pasadas: como el 959, el Carrera GT y el 918 Spyder que le preceden, siendo un vistazo hacia el futuro de los autos deportivos" dijo Oliver Blume, CEO de Porsche.
Ahora, te quermos contar algunos detalles de su diseño y fabricación, en donde las premisas "Forma y Función" van de la mano, y además retoman algunas características emblemáticas del pasado que posiblemente no tengan una gran relevancia en el desempeño dinámico del vehículo.
Los inicios del Mission X
El proyecto se autorizó a mediados del 2022 bajo el código XS23. Tras la autorización por parte de las altas esferas de Porsche, el rumor corrió rápidamente y todos los involucrados tenían perfectamente claro que tenían que crear un vehículo que recibiría la estafecta que ya había pasado por modelos emblemáticos, icónicos y respetables, como el 917, el 959, el Carrera GT o el 918 Spyder.
Las primeras preguntas que se hacían Michael Mauer -quien funge como vicepresidente de Style de Porsche- y todos sus colaboradores era: ¿Hasta dónde llegarían para crear el Porsche que le tocaba cargar con la responsabilidad de ser el emblema de los 75 años de la marca?
Las premisas claras eran: el auto deberá ser lo más compacto posible, tenía que ser de altísimas prestaciones para que fuera considerado un “Hypercar”, y la propulsión tenía que ser puramente eléctrica.
Las fuentes de inspiración
Porsche 917 Daytona
Los bocetos tomaron influencia de todo el bagaje disponible de Porsche, que es mucho. Usaron líneas y trazos de autos de carreras como el 919 Hybrid, que hizo historia en Le Mans entre 2014 y 2017, y los diseñadores también se inspiraron en los grandes iconos de la década de 1970. La cúpula de vidrio ligero con exoesqueleto, las puertas tipo Le Mans que se abren hacia arriba y la ventanilla al estilo Daytona recuerdan al Porsche 917.
"Todos ellos son ecos de nuestro glorioso pasado en el automovilismo", afirmó Mauer en la presentación del Mission X. "Y tenemos la suerte de poder ayudarnos de este gran tesoro".
Los faros muestran cómo la tradición se fusiona con la innovación para crear lo nuevo. Mientras que los elementos de la firma luminosa de cuatro puntos suelen disponerse horizontalmente, en el Mission X se alinean verticalmente, inspirados en históricos coches de carreras de la marca como el 906 o el 908.
Porsche 908
El Porsche Mission X es un hypercar sin concesiones. Y, sin embargo, el interior no se ha diseñado siguiendo las líneas funcionales de un vehículo de competición. “No tienes que demostrar visualmente a nadie que puedes dar la vuelta más rápida en Nürburgring”, dice Mauer.
En lugar de Alcantara, se utilizó tela y cuero en colores a juego. "Nos centramos en la calidad del diseño, los materiales y la mejor integración posible de todos los elementos". Se coordinó una composición general armoniosa con los colegas del departamento de Color y Tapicería. Por ejemplo, está pintado deliberadamente en el apagado color marrón Rocket Metallic en lugar de en un tono llamativo. Se trata de colores que suelen utilizar las marcas de moda de lujo y que transmiten una discreta sobriedad.
Los ligeros elementos de carbono se tiñeron a juego, de modo que solo son reconocibles si uno se fija bien. "El contraste entre las formas de competición y un equipamiento elegante y lujoso crea tensión", afirma Michael Mauer. "Y la tensión es uno de nuestros principios de diseño más importantes".
Rasgos propios de Porsche
El MissionX tiene muchas superficies lisas e ininterrumpidas. La impresión es casi escultural, monolítica y es algo característico de Porsche. Por ejemplo, cuando se carga la batería de 900 voltios, las tiras luminosas y el botón de arranque del interior parpadean junto con las luces delanteras y la "e" de Porsche.
Todo el equipo tuvo la posibilidad de probar ideas, descartarlas y seguir pensando formó parte de la rutina diaria en el desarrollo de ese concept car, sin la presión de la producción en serie, pero con sus propios retos.
Si se le diera luz verde, ¿cuáles serían los siguientes pasos? Mauer responde con franqueza: "Tendríamos que volver a afinar la aerodinámica. Para ser el auto homologado más rápido en Nürburgring-Nordschleife, hay que optimizar la carrocería. La puesta a punto lleva cientos de horas en el túnel de viento. La parte delantera, incluidos los faros, es muy avanzada estéticamente. Incluso el interior sería factible con pocas modificaciones".