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Grupo Stellantis analiza la venta del icónico edificio de Chrysler en Auburn Hills

Con los cuarteles oficiales desplazados hacia Amsterdam y la modalidad de trabajo híbrida, hoy es un inmueble subutilizado. Es reconocible por su tragaluz con el logo "Pentastar" de la compañía.

Grupo Stellantis analiza la venta del icónico edificio de Chrysler en Auburn Hills

Todos sabemos que la industria automotriz no hace las cosas en pequeña escala. De hecho, los cuarteles generales de prácticamente todas las marcas a nivel global suelen ser construcciones gigantescas, desarrolladas en terrenos de miles o en algunos casos de cientos de miles de metros cuadrados como es el caso del edificio del que hablaremos en esta ocasión, el Cuartel General Global y Centro Tecnológico de Chrysler Corporation.

A finales de los años setenta, Chrysler Corporation atravesaba una severa crisis económica que los tuvo al borde de la bancarrota. Un alto ejecutivo que había sido despedido de Ford Motor Company llegó a la empresa con ideas vanguardistas a cambiarlo todo y a tratar de salvar la compañia, un tal Lee Iacocca, quién pidió prestamos millonarios al gobierno para salvar a la compañía y los pagó antes de su vencimientos, dandole un nuevo aire a la empresa.

Una de las cosas de las que Iacocca siempre se quejó de Chrysler era el ambiente disperso en el que trabajaban los ejecutivos en la sede corporativa ubicada en Highland Park y que había sido el cuartel general de la compañía desde 1910.

La propiedad completa mide unos dos millones de metros cuadrados con casi casi medio millón de metros cuadrados techados y consta de 15 edificaciones.

Después de que Chrysler Corporation mejorara su salud financiera, era un buen momento de pensar en una nueva sede de cara al siglo 21 y en 1986 con Iacocca al frente, se inicia el proyecto de una nueva sede. La nueva ubicación se localizaba en Auburn Hills en Michigan a unos 50 km del centro de Detroit.

La obra tardó cinco años en concretarse y costó más de 1.600 millones de dólares, la propiedad mide unos dos millones de metros cuadrados y tiene una superficie techada de casi medio millón de metros cuadrados. Consta de 15 edificaciones entre las que se encuentran el edificio corporativo y el centro técnico.

El famoso corporativo de la era dorada de Chrysler es posible que esté a la venta

Después de la fulgurante era “Iacocciana” Chrysler nuevamente entro en problemas financieros, no una, sino que varias veces hasta el grado de acogerse al “Cápitulo 11” de la ley de quiebras en los EUA.

15 pisos y casi 80 metros de altura mide el corporativo que puede albergar a más de 1,100 personas en áreas de trabajo administrativo

En estos años la empresa no ha tenido ni las mejores gestiones directivas ni la mejor oferta de productos, al punto que para sobrevivir, tuvo que fusionarse con otras empresas. Asi fue como Chrysler terminó fusionandose con FIAT para crear el grupo FCA, el cual más adelante, terminó por fusionarse con el grupo PSA en 2021, para pasar a ser el coloso industrial Stellantis que conocemos hoy y que tiene sede en Amsterdam.

Hoy por hoy, el tener un edificio corporativo de ese tamaño resulta inoperante, según lo publicó el Detroit News y en donde se menciona que ese inmueble podría ser vendido a corto plazo. El emblemático edificio de 15 pisos ubicado en el número 1000 de Chrysler Drive en Auburn Hills, Michigan y que tiene la emblemática estrella de cinco puntas en la parte más alta sea vendido -total o parcialmente- según declaraciones de Mark Stewart quien funge como Director de Operaciones de Stellantis en Norte América.

Vista interior del último piso del edificio con el emblemático tragaluz al fondo.

Se especula que el inmueble de casi 80 metros de alto pueda obtener algunos beneficios financieros que oscilen entre 250 y 500 millones de dólares y Stewart tajantemente declaró: “Esa cantidad de dinero podría usarse en cualquier cosa, desde invertirlos en el desarrollo de vehículos eléctricos o en pagar deudas”. Stellantis simplemente arrendaría al nuevo propietario las instalaciones que considere necesarias y dejaría de tener un enorme pasivo en ese gigantesco inmueble que hoy gracias al sistema de trabajo híbrido no se utiliza en toda su capacidad.

¿Será una realidad que el templo creado en la gestión de Lee Iaccoca deje de tener la “Pentastar” en su parte más alta? Eso sólo el tiempo lo dirá.  

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