En los tiempos actuales el segmento que concentra la mayor cantidad de ventas a nivel mundial es el de los SUV, independiente de su origen. Sin embargo hubo un tiempo donde eso no fué así, hubo un momento en que los hatchbacks supieron dominar los caminos y dentro de ellos, un sub grupo deportivo que reunía practicidad y diversión, y dentro de ese grupo, uno de sus exponentes más brillantes fue el Peugeot 205 GTi que ahora cumple 40 años.
El GTi del león ya partía de una gran base, ya que precisamente el 205 fue el modelo que salvó a la compañia, siendo durante años su vehículo más vendido. Sobre ese autito lindo, práctico y dinámico, en 1984, solo un año después del lanzamiento del 205, apareció la versión deportiva con un motor 1.6L de 104 Hp y bajo peso, que revolucionó a todos los fans de la automoción.
Inmersos en una carrera de caballos, y a la espera de mejores desarrollos, los ingenieros de la marca crearon junto con su ala deportiva, Peugeot Talbot Sport (PTS) un kit que llevaba al 205 GTi a los 123 Hp. Las modificaciones se debían instalar en un taller especializado y homologar ante las autoridades en lo que se llamó: 205 GTi Kit PTS 125. Los resultados fueron un 0 a 100 km/h de 8.5 segundos y 205 km/h de velocidad máxima.
En 1987 se lanzó la actualización del 205 GTi con dos motorizaciones: 1.6L de 115 CV y 1.9L con 128 Hp. Además de la potencia, las dos versiones se diferenciaban por detalles como los frenos de disco en las cuatro ruedas y el tapizado mitad en cuero en el más potente.
El 205 GTi también tuvo su versión a cielo abierto, el CTi diseñado nada menos que por Pininfarina, diseñador preferido de Peugeot por aquella época.
El pequeño Peugeot también tuvo su participación en la competición, especialmente en el WRC durante la salvaje era del Grupo B donde el 205 T16 obtuvo cuátro títulos, dos de marcas y dos de pilotos entre 1985 y 1986. Posteriormente el 205 fue a correr al Dakar.