La Fórmula 1, el Mundial de Resistencia (WEC), la IMSA y hasta el Mundial de Rally (WRC) compiten con autos equipados con sistemas híbridos, más o menos sofisticado. Y que la IndyCar esté por estrenar el suyo propio en la próxima carrera de Mid-Ohio, a diputarse este domingo 7 de julio, es sólo una tardía puesta al día en materia tecnológica.
Pero ya está aquí, un sistema desarrollado por la IndyCar en conjunto con Chevrolet y Honda, las dos marcas que prestan motores a la competencia. Denominado ERS o Energy Recovery System (Sistema de recuperación de energía), se acomplará a los existentes motores V6 2.2 litros biturbo, produciendo 60 Hp y 45 Nm de torque adicionales.
Con esto, los monopostos de la Indy generarán más de 800 Hp por primera vez en su historia.
La unidad híbrida estará ubicada entre el motor y la transmisión, por lo que no será necesario modificar el chasis. Eso sí, aportará 42,5 kilos extra de peso.
El ERS estará compuesta por cuatro componentes mayores:
- Sistema de almacenamiento de energía (ESS), que puede cargarse por completo en 4,5 segundos.
- Un motor generador (MGU), que captura la energía de las frenadas y desaceleraciones y la manda al ESS.
- Convertidor DC, que hace que la energía se entregue en el voltaje correcto de 12 volts.
- Control de voltaje, que permite que el sistema nunca supere el límite de 60 voltios.
El ERS realizará la captura de las frenadas, ya sea de manera automática o de forma manual por el piloto utilizando un botón en el volante, pero la entrega del extra de 60 Hp de potencia sólo se realizará por activación manual, de manera que el piloto podrá elegir el mejor momento para usarlo.
La IndyCar no ha entregado un reglamento de uso, pero informó que "las normas para la unidad de potencia híbrida limitarán la cantidad de energía desplegada por vuelta, en función de la longitud de la pista".