
Una de las primeras imágenes que tengo en mi mente sobre la nieve es un artículo muy antiguo sobre el rally de Montecarlo. Era una revista española, probablemente una Top Auto, con una foto del que pudo haber sido Carlos Sainz o Colin McRae a bordo de un Subaru Impreza. El rally se corre en caminos resbalosos la mayor parte del tiempo, pero es muy diferente deslizarte en la tierra que enfrentarte a la nieve compactada o al hielo, más aún si estas compitiendo por tiempo. Para hacerlo de manera competitiva hay que ser muy delicado, saber desarrollar algo de intuición, saber que auto estás manejando y muchas veces, hacer cosas que parecen poco lógicas, al menos para el común de los mortales.
Y entre más desarrolles estos talentos, más rápido y más natural te será moverte en la nieve. Por lo mismo, esa es la razón por la cual los finlandeses son expertos en esta materia, incluso los que no son pilotos. Pero en el resto de los países, donde no crecimos con la nieve en nuestras calles, es una condición muy poco frecuente. Por eso cuando veía fotos y videos de pilotos corriendo en la nieve, me llamaba la atención los trucos de conducción que empleaban para ir rápido.
Nos movemos poco menos de 30 años en el futuro desde aquella anécdota; me encuentro en un avión camino a Canadá, país que visito por primera vez e invitado por Porsche para participar del Ice Experience 2025, un curso que anteriormente se denominaba Camp4 y que varios colegas con más años en el cuerpo que yo ya han podido realizar. Siempre que contaban que habían sido invitados al Camp4, los miraba con mucha envidia, pero así es el periodismo automotriz: a veces te toca y a veces no, porque tu medio no califica, porque no tienes tanta experiencia y porque la marca prefiere a otros. Más que por escapar de los 34 grados de calor que hacen en Chile, lo que me motivaba era poder ponerme al mando de un Porsche 911 y aprender todo lo que pudiera junto a mis colegas invitados, varios de México, otros pocos de Paraguay y Costa Rica.
¿Qué es el Ice Experience?
Un SUV promedio, de entre 4,4 a 4,6 metros de largo, con motor 1.5 Turbo, caja de doble embrague, dos pantallas, techo bitono y caída tipo coupé del techo, puedes predecir prácticamente como se va a manejar y que experiencia te va a dar, sin importar la marca y la procedencia. Pero un auto como un Porsche, hay que experimentarlo en su conducción y también en lo que representa su ingeniería e historia. Esto es lo mismo para todas las marcas premium; la experiencia es lo que te vende el auto. Y Porsche tiene muchas de estas experiencias, las que tienen distintos niveles de exigencia y donde pueden participar clientes de la marca (o no), medios de comunicación y entusiastas.
El Camp4 de Porsche nació en 1996, en Finlandia y es uno de los programas de manejo en invierno más grande y reconocido del mundo motor. En 2011, el Camp4 se extendió a otras latitudes, habiendo sedes en Italia, Suiza, China y donde me encontraba yo, al norte de Quebec, en Canadá. Básicamente recibes instrucción sobre como conducir un auto deportivo en la nieve, haciendo comparación con modelos de tracción simple y AWD, además de distintas estaciones para aprender correctamente a mover el auto con la inercia, usar el sobre y el subviraje a tu conveniencia, driftear usando los frenos e incluso, lograr la famosa maniobra para inducir un derrape en curvas cerradas, el "scandinavian flick".
¿Me lleva a Mécaglisse?
Tras un día en el hotel Manoir Saint-Sauveur, donde se hizo la recepción del grupo prensa, nos dirigimos en un gran bus blanco con gráficas de Porsche hacia Mécaglisse, en un viaje de casi una hora. Circuit Mécaglisse, ubicado en Notre-Dame-de-la-Merci, es un complejo motorsport que alberga una pista de carreras pero también trazados de tierra y arena. En verano solo funcionan 4 de las 6 pistas, mientras que en invierno se habilita una pista extra de nieve y dos círculos para ejercitar el control del sobre y subviraje. Aquí se realizan cursos de manejo para rally, nieve, motocross y autos deportivos; daría un pulmón para vivir cerca de este lugar.
Nos dividimos en duplas. Compartí auto con el gran "Chacho" López a quién ustedes reconocerán más por sus locuciones en las transmisiones de la F1.
Mécaglisse se puede traducir "crudamente" a algo así como "la meca del deslizamiento" y después de haber superado la escuela de Porsche, creo que el nombre le queda muy bien.
Luego de una muy alegre recepción, incluyendo choques de palmas y algo calentito para entibiar el cuerpo, nos dividimos en grupos y junto a nuestros instructores, nos dirigimos a buscar nuestros autos. Las primeras pruebas las realizaríamos en los Porsche 911 Carrera 4S (992.1) con tracción a las cuatro ruedas y las segundas pruebas (tras el almuerzo) en los Porsche 911 Carrera (992.2) más nuevos pero con tracción trasera solamente. Por supuesto, todos los autos van con radio, calefacción al máximo y neumáticos Nokian para nieve.
Módulo 1: slalom
Históricamente, el slalom ha sido un ejercicio que siempre me ha costado mucho, así que esperaba lo peor, pero los instructores nos relajaron, señalando que nos íbamos a trompear muchas veces. La idea del slalom, al menos en este primer módulo es saber cómo se porta un auto deportivo en la nieve. Como no venimos con mucha velocidad, haríamos algo opuesto a lo que ejercitaríamos en los otros módulos, que es inducir el derrape con el acelerador. Ponemos el control de estabilidad en modo deportivo, que es el que permite que el auto se deslice pero controladamente y vamos enfrentando los conos, buscando sacar el auto ligeramente de cola con el acelerador y buscando mantener un ritmo pendular. Si eres brusco, el auto no va a doblar o te vas a trompear. Además, como sabemos todos los que hemos manejado autos deportivos alguna vez y tal como a las nuevas generaciones se los ha enseñado el Doc Hudson con el Rayo McQueen en la película Cars de Disney, hay que doblar hacia el lado opuesto del deslizamiento para mantener la estabilidad.
Después de varias pasadas, desconectamos el control de tracción por completo para ver la diferencia en comportamiento. Hace unos buenos años atrás hice una prueba en pista con un Porsche 911 Targa GTS y aprendí a la fuerza que los autos deportivos modernos hacen que manejar sea muy fácil gracias al control de tracción y estabilidad, pero que si se los sacas, liberas al animal. Por fortuna, la instrucción y los consejos sirvieron para mantener al 4S en sus cabales. Hice un trompo una sola vez, lo que significó que el equipo de Porsche sacara la nieve de mis radiadores con una cuchara de palo, tal como la que usas para revolver la sopa en tu casa: me fue mucho mejor de lo que esperaba.
Módulo 2: skidpad
Acto seguido nos fuimos a un lugar con dos pistas circulares, para aprender a controlar el sobre y el subviraje. Cuando el auto gira poco o subvira, se va de frente y eso hay que corregirlo soltando el acelerador para que el peso se vaya hacia el frente y así tenga más agarre para doblar, maniobra que se debe hacer suavemente y confiando en que el auto si va a corregir su trazada. Esto también se puede hacer con el acelerador pero no era la idea del ejercicio. Cuando el auto gira mucho o sobrevira, se va de cola y puedes provocar un trompo, entonces debes corregir con el volante apuntando en la dirección en la que quieres ir y ligeramente bajar la presión del acelerador. Si dominas esto, perfectamente podrías hacer grandes y perfectas donuts en la nieve. Cuando los instructores te validaban, podías ir a ejercitar a la segunda pista circular, sin supervisión, donde jugué mucho con todas las técnicas.
Módulo 3: trazado mixto
Volvemos del almuerzo en los autos de tracción trasera para que podamos ver la diferencia en comportamiento. Esta prueba era un poco para poner en práctica lo aprendido hasta el momento y se iniciaba con el mismo slalom del módulo 1, pero en lugar de girar de regreso a nuestra posición, seguiríamos hacia adelante adentrándonos en una parte trabada del circuito con chicanas, curvas que se cierran, cambios de altura y otras curvas engañosas. Es imposible llevar más de 65 kilómetros por hora en las zonas más rectas porque la nieve y las curvas traicionan mucho. Yo traté de priorizar el ritmo sobre los piques, para poder controlar el auto mejor en las curvas. Realmente es muy exigente y terminé con el auto metido de punta a la salida de un slalom por sobreviraje. Pero pude intentarlo más veces hasta que logre hacer el trazado completo con éxito.
Módulo 4: drifting con freno
Esta prueba es la que define un poco todo el curso del Ice Experience. Los instructores nos dicen que en la nieve, muchas veces, no quieres más velocidad porque la idea es mantener el auto estable y a buen ritmo para poder, con la misma inercia del auto, doblegar la nieve y derrapar de curva a curva. Por eso es importante saber cómo deslizar el auto induciendo esta maniobra con el pedal del freno, en lugar de hacer un "powerslide" como muchos haríamos de manera más instintiva. Además, si no sabemos cuándo frenar y cuando doblar, provocaremos que el auto se vaya de frente y no doble.
Arrancamos desde atrás hasta tratar de alcanzar 100 km/h. Llegado a los conos, soltamos el acelerador, doblamos y pisamos el pedal del freno por un instante. El auto, naturalmente, con el peso adelante, soltara la cola, derrapando en la dirección que queremos. Si lo hacemos perfecto, el auto podría sostener el drift con mínimas intervenciones, más que el acelerador. Decirlo es fácil, lograrlo es difícil y solo puede lograrlo limpiamente una sola vez. El resto de las veces lo lograba pero sin derrapar el auto o corrigiendo algún error.
Módulo 5: el famoso Scandinavian Flick
Probablemente has escuchado de este truco creado por los finlandeses en los sesenta, para mantener el ritmo en curvas más apretadas. Hoy es parte del menú de cualquier piloto, sea en tierra o en nieve y lograrlo, te hace entender la relevancia de todo lo aprendido hasta esta fase. El truco está en inducir un efecto péndulo, doblando momentáneamente hacia el lado contrario de la curva y corrigiendo rápidamente en la dirección que queremos tomar. Tenemos una recta, una chicana para reducir y guiar nuestra trazada, más una curva en 90 grados que se abre hacia la izquierda, lo que permite salir progresivamente con más velocidad.
Entramos rápido por la parte interna de la curva pero apuntando hacia el lado contrario. Cuando ya iniciamos el giro, soltamos el acelerador, pisamos suavemente el freno y doblamos rápidamente en el sentido que queremos ir. El auto cambiará de dirección instantáneamente y el resto es sacarlo rápido de la curva contravolanteando lo necesario y acelerando con decisión.
Hoy en día hay otros trucos, los que tienen que ver con el sistema de tracción del auto, incluyendo frenar con el pie izquierdo o el también conocido "opposite lock" que es una manera de entrar a las curvas induciendo un sobreviraje, pero todo dependerá de la velocidad que requieras, la curva y el auto.
Una despedida a lo grande
Para que podamos ver todo lo que podemos hacer si aprendemos realmente bien a manejar en nieve, los instructores nos sacaron a dar una vuelta en tremendas hot laps que todos disfrutamos enormemente, sea desde el asiento del copiloto o esperando nuestro turno desde afuera. Uno realmente se siente miserable al ver el control absoluto que tienen los pilotos y como ponen en práctica las bases de lo aprendido. Muchas veces duplicaron la velocidad que hicimos en varios tramos y en otras oportunidades tomaban las curvas con una delicadeza y precisión única. Poco importaron los casi 20 grados bajo cero que se alcanzaron en la pista, porque todos salimos siendo un poco más expertos en lo nuestro que es manejar y probar autos.
Salvo que uno se dedique a correr todos los fines de semana, jamás igualará a un piloto, menos cuando ese piloto conoce a la perfección su máquina y la pista en la que conduce. Y es por eso que uno agradece muchísimo todas estas instancias. Es sabido que un auto equilibrado y ágil es mejor que cualquier auto con un gran motor, al igual que un auto bien balanceado en su comportamiento dinámico. También se sabe lo importante que es la fidelidad en un auto deportivo, sea en la dirección o los frenos. Y solo pensar en lo bien logrado que es un Porsche 911 me trae de regreso a mis memorias de niño leyendo las revistas con artículos del Grupo A o incluso, del temible Grupo B, porque para deslizar esas bestias por la nieve con estos trucos, hay que tener mucho más que habilidad técnica y experiencia. La nieve hace humilde hasta al más arrogante.