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El citycar más exótico y poderoso del mundo sale a subasta

Se trata de la única unidad del Aston Martin Cygnet V8, el que desarrolla 435 Hp, siendo casi del mismo porte que un Smart de los antiguos.

El citycar más exótico y poderoso del mundo sale a subasta

Durante el Festival de la Velocidad de Goodwood 2018, Aston Martin presentó en sociedad al DBS Superleggera 2019, pero lo que más sorprendió a los asistentes fue el one-off basado en el Cygnet, desarrollado por la división Q de la marca.

El Aston Martin Cygnet V8 portaba un motor V8 de 4.7L con 435 caballos de fuerza, el mismo propulsor del Vantage S con el que erogaba de 335 Hp al Cygnet “normal”.

La marca británica incorporó la suspensión delantera y trasera, los frenos y el sistema ABS del Vantage S por lo que tuvo que alargar los ejes y es justo este rabioso citycar que nos atañe el que ya se encuentra a la venta a través de Nicholas Mee, un concesionario al norte de Londres especializado en Aston Martin.

Si comparamos este modelo contra el Cygnet original, el habitáculo no es igual de lujoso pero incluye una jaula antivuelco, asientos Recaro de competición, sistema de extintores, tablero de fibra de carbono y volante extraíble.

Fiel a su carácter deportivo, el Aston Martin Cygnet V8 integra discos ventilados en ambos ejes con pinzas delanteras de seis pistones y traseras de cuatro, aunado a neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2.

Este Aston Martin Cygnet V8 marca 4.667 Km en el odómetro y reporta que está en condiciones "casi como nuevas". Además, incluye una funda así como el único manual de propietario del Cygnet V8 que existe.

Si bien, se desconoce el precio es un hecho que valdrá más que el Cygnet original que oscila entre 35,000 y 50,000 dólares.

¿Qué es el Cygnet?

La legislación europea tiene sus propias leyes en temas de emisiones y son las mismas que tienen a todas las marcas buscando mecanismos para lograr un bajo promedio. Entonces, si una marca tiene en su oferta de modelos muchos autos contaminantes, tendrán que pagar una especie de impuesto por contaminación y esto si bien no presenta problemas para fabricantes con autos económicos como puede ser Toyota o Volkswagen, si lo es para fabricantes de autos superdeportivos tradicionales como Aston Martin. Así fue como en la desesperación, se les ocurrió recurrir a Toyota para fabricar el Cygnet, que en el fondo es un Toyota iQ (algo así como el Smart de Toyota) pero con el look y el lujo de un Aston Martin. La justificación comercial de este modelo fue que con el Cygnet, los clientes podrían tener un "citycar" para entrar a la ciudad y así disfrutar de sus Aston Martins durante el fin de semana.

Como pueden suponer, el experimento solo duró dos años y de las 4.000 ventas anuales estimadas, solo se lograron menos de 600 unidades hasta septiembre del 2013. Costaba casi tres veces más que el iQ original de Toyota.

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