
El Grupo Renault confía en que con la llegada del mexicano Iván Espinosa como nuevo CEO global de Nissan, la firma japonesa se mantenga firme como parte de la Alianza automotriz que ambas compañías firmaron hace más de 25 años.
En 1999, Renault y Nissan se unieron en una alianza estratégica que no significó una fusión propiamente tal, pues ambas marcas mantuvieron su independencia de productos y estrategias, pero sí comparten gastos de desarrollo y la infraestructura que la marca más dominante tiene en cada mercado.
Bajo el liderazgo de Carlos Goshn, la Alianza llegó a ser uno de los grupos automotrices más importantes del mundo, y que permitió salvar a Nissan de la bancarrota, y años más tarde hizo lo mismo con Renault durante la crisis europea de inicios de la década pasada.
Mitsubishi se unió a este grupo en 2016, luego de que Nissan comenzó una compra de acciones del fabricante japonés, renombrándola Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi.
Dentro de la alianza se encuentran las marcas Renault, Dacia, Alpine, Renault Korea, Nissan, Infiniti, Mitsubishi, y Venucia, contando con más de 450.000 empleados y operaciones en prácticamente todos los mercados del mundo, ya sea con una o varias marcas.
Durante la década pasada, el poder de la Alianza fue tal, que firmaron joint ventures con otros fabricantes automotrices, siendo el más destacado el que tuvieron con Mercedes-Benz, del que derivaron autos como el Smart y Twingo, la pick-up Clase X, y otros cruces de tecnología como el motor de cuatro cilindros 1.3 litros turbo, desarrollo de Renault que actualmente utiliza las gama A de Mercedes-Benz.
En años recientes, sobre todo tras la salida de Goshn de la dirección de ambas compañías, las cosas no han fluido de la mejor forma entre ellos, y la posible fusión de Nissan con Honda, pudo haber terminado con esta historia, que tiene más de un cuarto de siglo.