
En septiembre pasado, el Grupo Kaufmann confirmó el arribo a Chile de la marca china Neta especializada en autos eléctricos, e incluso se informó que la llegada oficial de la marca se realizaría en 2024 con tres modelos: el Neta GT, X y Aya.
Si bien inscribió 151 unidades en 2024 y otras 2 este 2025 (posiblemente alguna entrega a flotas), ya estamos en marzo y de Neta nada se ha sabido hasta ahora. Y una de las razones puede ser la crítica situación económica que está golpeando a la marca en su país de origen.
Esta crisis financiera ha llevado al desmantelamiento de su departamento de investigación y desarrollo (I+D) y a protestas masivas de proveedores. Según informes del medio chino Leiphone, la compañía está implementando despidos masivos, ofreciendo paquetes de indemnización a los empleados que acepten la rescisión de sus contratos.
La medida afecta a un número significativo de trabajadores, con aproximadamente 200 empleados ya despedidos de una plantilla total de 1.700. La situación se agrava con la implementación de recortes salariales drásticos, donde los empleados restantes han visto sus salarios reducidos en un 75% respecto a los niveles previos a octubre de 2023. Además, se reporta que algunos empleados despedidos están recibiendo únicamente el salario mínimo de Shanghái, y que los pagos prometidos a quienes dejaron la empresa en noviembre de 2023 no han sido cumplidos.
La sede de Neta Auto en Shanghái se ha convertido en el epicentro de las protestas de proveedores, quienes exigen el pago de deudas pendientes. Informes de los medios muestran a proveedores congregados en las instalaciones.
La crisis se atribuye en parte a la estrategia del ex CEO, quien priorizó los canales B2B (business-to-business) en detrimento de otras áreas clave de la empresa. El fundador, Fang Yunzhou, ha retomado el cargo de CEO y ha anunciado reformas centradas en la expansión a mercados extranjeros y el desarrollo de productos rentables. Sin embargo, fuentes internas revelan que la deuda de Neta podría ascender a 10 mil millones de yuanes (1.400 millones de dólares), lo que plantea serias dudas sobre la capacidad de la empresa para recuperarse, a pesar de las negociaciones de financiación con un fondo soberano extranjero.
Neta fue lanzada por Hozon Auto en 2018 como una marca de vehículos de nueva energía (NEV). A pesar de haber obtenido una inversión de 6 mil millones de yuanes (818,8 millones de dólares) en noviembre pasado, los problemas financieros persisten, y los rumores de bancarrota que circularon en ese momento parecen haber sido un presagio de la actual crisis.
La situación de Neta Auto refleja los desafíos que enfrentan los fabricantes de EVs en un mercado altamente competitivo y en constante evolución. La capacidad de la empresa para superar esta crisis y reestructurar su estrategia será crucial para su supervivencia a largo plazo.