
La escasez de minerales de tierras raras ya comenzó a dejar victimas en el sector automotriz, y una de las que más lo está sintiendo es Ford, una de las marcas más importantes de Estados Unidos.
Pero ¿que son estas tierras raras? Pues son elementos esenciales para producir componentes clave en los vehículos, entre los cuales se encuentran el Lantano, Terbio y el Neodimio, todos indispensable en la fabricación de vehículos, sobre todo en los de nueva energía.
La situación ha llegado al punto de forzar el cierre temporal de su planta de Chicago el mes pasado, donde se fabrica la Explorer. “Estamos día a día”, dijo el CEO de Ford, Jim Farley, en entrevista con Bloomberg TV. “Hemos tenido que cerrar fábricas. Estamos al día ahora mismo”. Y para sorpresa de nadie, la raíz del problema está en China, proveedor dominante de estos minerales, que recientemente endureció sus procesos de exportación.
Ahora, las empresas deben solicitar licencias caso por caso, lo que ha generado cuellos de botella para fabricantes como Ford. Farley señaló que las solicitudes ante el Ministerio de Comercio chino se aprueban lentamente, lo que retrasa la producción.
Aunque ya hay señales de progreso, y es que tras negociaciones recientes en Londres, EE. UU. y China acordaron reanudar las exportaciones regulares. Sin embargo, aún no se ven mejoras tangibles. “Los imanes no fluyen mejor hoy que la semana pasada”, afirmó Farley, quien destacó que estos materiales no solo impulsan trenes motrices, sino también limpiaparabrisas, asientos y sistemas de audio.
Casi el 90% del suministro estadounidense de tierras raras proviene de China, un dominio que ha sido utilizado como ficha en la guerra comercial, tensando aún más las cadenas globales. Por su parte, la directora financiera de Ford, Sherry House, reconoció que el proceso de aprobación es inconsistente. “A veces fluye bien, otras no tanto”, dijo. Aunque por ahora Ford puede sortear las trabas, House advirtió que esto podría convertirse en un problema mayor.
“Estamos educando a la administración y a China sobre lo importante que es esto para el empleo en el Medio Oeste”, concluyó Farley, sobre esta intensa guerra comercial que está afectando cuantitativamente a la industria automotriz a nivel mundial.