
En nuestra nueva serie "Pioneros Modernos", revisamos los orígenes de algunos avances tecnológicos modernos del mundo motor, en especial, algunos que damos por sentado y que hoy son parte integral de muchos modelos nuevos. En este reporte, vamos a contar cómo fue que las manillas retráctiles que van al ras de la carrocería se transformaron en moda.
Algo tan simple también puede ser algo muy distintivo
La manilla más barata, como la de un Suzuki Alto.
La historia de las manillas en el mundo automotriz es larga y variada. Además, ha sido una manera de constatar la calidad y la vocación de muchos modelos, así como también identificar su procedencia. Hay de todos tipos y materiales, aunque hoy su diseño se ha estandarizado bastante.
En un inicio, las manillas eran sólidas y contaban con un botón para sacar el seguro: se jalaban o se giraban. Con el tiempo, el diseño de las manillas se fue simplificando, usando piezas plásticas que iban más rasantes a la carrocería. En los autos más caros, la manilla tenía su propia estructura y ambas podían ir del color de la carrocería o de plástico sin color. Existieron soluciones similares pero más económicas, colocando la clásica manilla directamente en la puerta del auto. También habían autos utilitarios y económicos que solo contaban con la cerradura y apenas una palanca pequeña para abrir la puerta desde una hendidura lateral. Hay varios otros formatos, pero estos eran los más comunes.
La manilla clásica. En un principio, reconocible de autos clásicos y después mantenida por algunas marcas alemanas. Hoy es el diseño tradicional más usado.
En varios autos se trató de camuflar o esconder las manillas para lograr un efecto de diseño más limpio, en especial con autos deportivos como el Mazda RX-7 o el Lamborghini Miura. Hay marcas que ocultaban la manilla de la puerta trasera en el pilar C para "simular" un diseño de "dos puertas". Los fabricantes alemanes, en especial Mercedes-Benz, Porsche y Volkswagen, mantuvieron los tiradores clásicos, diseño que poco a poco fue implementándose en la gran mayoría de los autos gracias a que era más fácil tomarlas desde cualquier ángulo, en especial con el auge de los SUV que tenían puertas más altas.
Ideas interesantes
Hay dos manillas rasantes que si bien no tienen accionamiento eléctrico, se desmarcaron del resto. La primera que recuerdo es la del Subaru XT, el cual tenía inspiración aeronáutica. La manilla tenía un "flap" que cerraba la hendidura por donde uno coloca la mano. Para abrir la puerta había que empujarla con los dedos. El segundo caso que recuerdo es el del FIAT Barchetta, con una manilla cromada retráctil que sobresalía cuando presionabas el botón del seguro. No puedo dejar de lado la manilla del Mercedes-Benz 300 SL, muy parecida a las manillas eléctricas modernas de hoy, la cual hay que empujar desde un extremo para poder tomarla.
Otro pasaje interesante sobre las manillas tiene que ver con la completa ausencia de estas ("shaved door"), como parte de la cultura Custom y Hot Rod en Estados Unidos entre la década del 30 y del 50, con autos muy modificados, suspensión a piso, techos rebajados y mecanismos eléctricos para abrir las puertas (Autoloc), que incluían botones ocultos en el interior o exterior del auto. No eran autos pensados para ser prácticos, sino que personalizados para salir a correr y lucirse. Esto se siguió haciendo en el mundo moderno del tuning pero ya no era tan novedoso. El Ford Mustang Mach-e tampoco tiene manillas: usa botones, sensores y una discreta agarradera en el borde de la ventana.
Tesla trajo la moda
La revolución llegó en 2012 con el primer Tesla Model S, el cual contaba con manillas eléctricas retráctiles. Por supuesto que no son las primeras manillas fabricadas al ras de la carrocería, pero si fueron las primeras en masificarse con accionamiento eléctrico, el cual era justificado por la marca con la premisa de que ayudaba en seguridad y principalmente en la aerodinámica del auto.
El Velar, siguiendo la tendencia de Tesla.
Las manillas se despliegan automáticamente cuando nos acercamos al auto con la llave y se recogen cuando estamos en movimiento o cuando lo apagamos. Esta tendencia fue copiada rápidamente por otros fabricantes, en especial por Jaguar (i-Pace) y Range Rover (Velar). Luego, el sistema se simplificó con un mecanismo que hace que la manilla se "abra" hacia afuera desde un extremo. La verdad, en temas prácticos, no todos son fans de las manillas retráctiles pero llegaron para quedarse y hoy las usan muchos autos, en especial si son eléctricos (para dar un look minimalista) o si vienen de China.