
De seguro al momento de evaluar la compra de tu primer auto o la renovación del que ya posees, habrás puesto atención a factores relevantes como son: su diseño, comodidad abordo, espacio, equipamiento, prestaciones o seguridad activa y pasiva. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, al menos en mercados desarrollados, los potenciales adquirientes de autos nuevos están atentos a otro elemento desconocido para algunos, pero que cada vez cobra más relevancia: la llamada ciberseguridad del auto, sobre todo en los tiempos que corren, donde vemos cada vez más autos definidos por software.
La industria automotriz se encuentra en un punto de inflexión. Los autos se han convertido en computadoras móviles, con más de 100 millones de líneas de código que impulsan todo, desde los sistemas de frenos hasta las pantallas de infoentretenimiento. Pero a medida que los vehículos se han convertido en máquinas definidas por software , las protecciones de seguridad que los rodean no han seguido el ritmo.
Según da cuenta un estudio realizado por la empresa Runsafe Security, empresa especializada en ciberseguridad a más de dos mil dueños de autos conectados en Alemania, Estados Unidos y el Reino Unido, un 65% de los encuestados cree que es posible hackear un auto de manera remota, mientras que sólo un 19% de los consultados señaló sentirse "muy seguro" de que su auto está protegido.
Los números señalados dan cuenta de una profunda falta de confianza, percibiendo que sus autos son más vulnerables que otros dispositivos como pueden ser los teléfonos celulares inteligentes, que periódicamente son actualizados. Lo anterior es refrendado por el hecho de que durante los últimos años, hemos sido testigos de retiradas masivas de vehículos hasta el uso de códigos maliciosos para realizar acciones no autorizadas, aprovechando vulnerabilidad del sistema informático, permitiendo a los piratas informáticos tomar el control del auto o de ciertas funciones estando a kilómetros de distancia.
Otro hallazgo sorprendente que arrojo la encuesta, es que un 79 % de los consultados afirma que proteger su seguridad física de los ciberataques es más importante que salvaguardar los datos personales dentro de sus vehículos.
A diferencia de las brechas de ciberseguridad tradicionales que exponen datos confidenciales, los ataques informáticos en el sector automotriz pueden comprometer directamente sistemas críticos para la seguridad, como la dirección, el frenado y la aceleración. Los consumidores comprenden este riesgo y esperan que los fabricantes de automóviles lo traten con la seriedad que merece.
Los vehículos modernos no son fabricados por una sola empresa; son el producto de un complejo ecosistema de proveedores. Nuestra encuesta reveló que el 77 % de los conductores reconoce los componentes de terceros como riesgos de ciberseguridad , y el 83 % exige transparencia sobre el origen del software .
Quizás el hallazgo más importante de todos: la ciberseguridad ahora tiene el poder de cerrar o cerrar una venta. El 87 % de los consumidores afirma que una protección sólida influye en sus decisiones de compra , y el 35 % está dispuesto a pagar precios superiores por una mayor seguridad.
Este es un cambio sorprendente en la forma en que los conductores ven sus autos. La seguridad ha pasado de ser una característica técnica discreta a un factor diferenciador fundamental, a la par del rendimiento, la comodidad y el ahorro de combustible.
Los fabricantes de automóviles que ignoran esta realidad se arriesgan a perder clientes ante competidores más preocupados por la seguridad o, peor aún, a inclinarlos hacia vehículos más antiguos y menos rentables. De hecho, el 70 % de los conductores afirmó que consideraría comprar un coche más antiguo y menos conectado solo para reducir el riesgo cibernético.