Lamborghini Manifesto Concept celebra los 20 años del Centro Stile de la marca

Lamborghini vuelve a la pureza de antaño con el Manifesto Concept, un regalo que hace el director de diseño del Lamborghini Centro Stile, Mitja Borkert, para celebrar los 20 años de este departamento de diseño, el cual le ha dado forma a muchos modelos de la firma de Sant'Agata Bolognese, como también a otros ejercicios de diseño firmados con el escudo del toro.

Este centro de diseño se inauguró durante la década del 2000 y planteó la figura del diseño "in-house" como primordial tendencia. Hay que recordar que en tiempos pasados, era muy normal que las firmas más lujosas o deportivas recurrieran a expertos carroceros o departamentos de diseño para darle vida a sus autos. En el caso de Lamborghini, el nombre que más resuena es el de Carrozzeria Bertone, quienes le dieron forma a modelos como el Miura, el Marzal y al icónico Countach. Pero con el tiempo, las marcas comenzaron a capitalizar en su legado y destilaron estos diseños en una visión propia, lo que les llevó a consolidar departamentos de diseño internos para mantener la consistencia y la identidad de sus modelos.

Así fue como Lamborghini, cuando ya había pasado a manos de Audi, impulsaron esta tendencia. El Lamborghini Centro Stile ha pasado por dos directores, incluyendo a Filippo Perini y Mitja Borkert. Sin embargo, el camino hacia el Centro Stile fue impulsado por Luc Donckerwolke y Walter de’Silva. Perini tuvo la tarea de mantener el nuevo ADN de la marca mostrado por el Murciélago y el Gallardo, aunque luego, con la llegada del Reventón y luego el Aventador, Lamborghini tomó una personalidad más agresiva, con motivos hexagonales, luces en forma de Y, muchos elementos de fibra de carbono e influencias del mundo de la aviación de combate. Desde el Sesto Elemento hasta los actuales Fenómeno y Temerario, pasando por el Estoque, el Asterion, el Terzo Millennio y el Urus, todos han sido modelos nacidos de este estudio.

Este Manifesto Concept parece volver en el pasado, imprimiendo un estilo más puro y limpio. Por supuesto, todos los pliegues futuristas de un Lamborghini están presentes, al igual que las entradas de aire laterales, los focos y el siempre llamativo color amarillo, pero todos los adornos han desaparecido, dejando la musculatura, la silueta y la postura como principales rasgos identitarios de la marca. La parte más radical es la cúpula que le da vida al habitáculo, con nervaduras que se transforman en las cabeceras arbotantes del modelo. Así, la hendidura central de la cúpula puede hacer juego con la tapa del motor, haciendo guiños interpretativos a las formas de modelos como el Countach o el Diablo. Incluso de estos modelos se recoge la zaga, casi sin voladizo, dejando ver un alto difusor y el ancho de las ruedas.

Si este es el camino a seguir para Lamborghini, sin dudas es la dirección correcta. El modelo no anticipa ningún modelo de producción, es más bien una maqueta que sirve como guía e inspiración, celebrando la agresiva identidad de la compañía fundada por Ferruccio Lamborghini.