Uno de los modelos que más expectación generó en los últimos tiempos fue el Chevrolet Corvette E-Ray, la primera incursión en la era eléctrica del que quizás sea el más emblemático de los autos deportivos del mundo.
Presentado a inicio de 2023 y puesto a la venta en Estados Unidos como modelo 2024, el E-Ray compite ahora en los World Car Awards 2026 por el premio al Auto de Performance. Y como candidato que es, pudimos manejarlo en la prueba para jurados realizada en Los Angeles, donde descubrimos que pese a su nueva condición de híbrido, el ícono americano mantiene intacto su ADN de ofrecer alta deportividad a bajo costo.
Chevrolet Corvette E-Ray: características generales

El Chevrolet no descubrió la pólvora con su deportivo híbrido, sino que simplemente se limitó a copiar lo que ya habían hecho fabricantes de fuste como Porsche, Ferrari y McLaren: utilizar la electrificación para generar extra de potencia y mejorar su performance, y no para reducir las emisiones, pero sin las complicaciones tecnológicas que tuvieron las marcas europeas.
Usando la base del Stingray de motor central y manteniendo intacto el lenguaje de diseño tradicional del Corvette C8 (incluyendo el frontal del Z06), el E-Ray tiene elementos que le dan su propia personalidad, y se ofrece en versiones coupé y descapotable con techo escamoteable.

Puertas adentro también hay mucho en común con la familia C8, pero suma tecnología a través de nuevas pantallas y algunas interfaces propias. No hay mucho lugar para dejar cosas, pero siempre ha sido así.
Ofrece una posición de manejo baja, muy cerca del piso, y con una butaca excepcional para brindar apoyo lateral. Lo más cuestionable es el volante cuadrado, feo y sin utilidad real.
Vamos a la parte mecánica, donde Chevrolet decidió simplicar los conceptos vistos hasta ahora. Cuenta con un motor de gasolina acoplado a una caja de cambios de doble embrague que mueve el eje trasero, separado de un tren motriz eléctrico adicional en el eje delantero alimentado de una batería de alto voltaje.

El motor de combustión es el V8 LT2 de 6.2 litros del Stingray, con 496 Hp y 637 Nm de torque, ubicado en la parte central. El eléctrico genera 160 Hp y 170 Nm y se ubica sobre el eje delantero. Esto significa que ahora el E-Ray es un auto de tracción a las cuatro ruedas (e AWD)
El paquete de baterías de 1,9 kWh se encuentra en el túnel central, para así distribuir mejor el peso, pero es tan pequeña que no permite una autonomía eléctrica real. Está diseñado para cargarse y descargarse lo más rápido posible, en lugar de proporcionar una propulsión eléctrica eficiente.
El E-Ray eroga una potencia total de 664 Hp y 942 Nm de torque máximo, cifras que le ayudan a alcanzar los 100 km en menos de 2,5 segundos, pese a un cuerpo que pesa 1.770 kilos, mucho para un "Vette".

Para poner toda esa potencia al suelo, el Corvette calza neumáticos Michelin Pilot Sport en llantas de 20” en el frente y 21” en el eje trasero. La suspensión corre por cuenta del sistema Magnetic Ride Control 4.0, mientras que, para detenerse, se han equipado discos carbono/cerámicos de Brembo.
El E-Ray ofrece 6 modos de manejo: Tour, Sport, Track, Weather, My Mode y Z-Mode, así como una función Charge + (maximiza el estado de carga de la batería) y otra llamada Stealth, en la que el auto trabaja en modo eléctrico hasta los 72 km/h, aunque por menos de 5 km.
Chevrolet Corvette E-Ray: impresiones de manejo

Uno tiende a pensar que un Corvette es un auto para circuitos, pero no en este caso, ya que por su propuesta de desarrollo, está muy enfocado en ser usado a raudales en las calles. Y ahí es cuando más brilla. Porque tiene potencia, tanta como el Z06, pero consume mucho menos, y tiene un comportamiento superior a un Singray.
Hicimos caso a los especialistas y ajustamos el modo de conducción poniendo el tren motriz en Track, la dirección en Tour y los amortiguadores en Tour, y gracias a unos estupendos neumáticos, pudimos salir disparados por la espectacular Los Angeles Creat Highway, en las montañas al norte de la ciudad.

El empuje desde atrás es notable, mientras que el motor delantero recarga energía, y cuando superamos cierto nivel de aceleración (el 50%, nos dijeron), este motor cobra vida y aporta 160 Hp extra, con un sonido emanado desde los escapes, que es real, no digital como las marcas nos están acostumbrando. Vale decir que el sistema híbrido es invisible a nuestros sentidos. No sentimos ni cuando prende ni cuando apaga, salvo por ese extra de empuje.
La transmisión es buena, suave y rápida, y no tiene saltos ya que el motor eléctrico cubre de potencia los cambios de marcha. La dirección es aún mejor, con peso, con mucho tacto, muy directa. Y sumemos unos fantásticos frenos carbocerámicos de Brembo, tenemos el paquete perfecto para un auto que sorprende por lo mecánico y conectado a las manos que se siente. Nada que ver con lo artificioso de la era eléctrica.
Diría que el Chevrolet Corvette E-Ray es un fantástico gran turismo más que un deportivo de estirpe. Con él se puede salir a diario, recorrer la ciudad, hacer las comprar (pocas porque no hay mucha maleta disponible), llevar a tu hijo al colegio (uno, porque no hay dos asientos), y ser feliz cruzando una montaña.