Una de las cualidades más apreciadas por los clientes de Automobili Lamborghini es la posibilidad de convertir cada vehículo en una auténtica obra de arte única e irrepetible, elaborada con el mismo nivel de dedicación que una prenda de alta costura hecha a la medida. En Sant’Agata Bolognese, la personalización no es un lujo añadido, sino una parte esencial del ADN de la marca italiana.
Este nivel de exclusividad es posible gracias al programa Ad Personam, el proyecto de personalización desarrollado internamente por la marca y lanzado en 2011. Desde entonces, su éxito ha sido constante. Hoy, más del 94 por ciento de todos los superdeportivos producidos incorporan al menos una característica de este programa, una cifra que confirma hasta qué punto la individualidad se ha convertido en una prioridad para sus clientes.
Dentro de este universo de posibilidades, el color ocupa un lugar central. No solo es el elemento más solicitado, sino también uno de los más simbólicos. A lo largo de los años, Lamborghini ha creado un patrimonio cromático de más de 400 tonalidades, cada una acompañada de historias, anécdotas y referencias culturales que refuerzan el vínculo emocional entre el cliente, el automóvil y la marca.
Muchos de estos colores hunden sus raíces en la mitología y la épica clásica. Los nombres, cuidadosamente seleccionados por el equipo de Ad Personam junto con el Centro Stile, son decisiones conscientes destinadas a dotar a cada vehículo de un aura heroica. Deidades griegas, romanas o egipcias, figuras históricas y constelaciones forman parte de este universo simbólico que transforma la pintura en relato.
Entre los tonos de inspiración astronómica destaca el Nero Nemesis, que remite a la diosa de la justicia y al negro de la túnica de los jueces. El Arancio Apodis rinde homenaje a la constelación del Ave del Paraíso del hemisferio sur, cuyas estrellas principales son clasificadas mayoritariamente como gigantes anaranjadas. El Viola Pasifae toma su nombre de la reina de Creta y madre del Minotauro, mientras que el Blu Cepheus hace referencia a la constelación de Cefeo, rey etíope de la mitología griega y una figura que simboliza el vínculo entre el cielo y la tierra.
Más enigmático es el origen del Grigio Telesto. Su nombre, de derivación griega, no tiene un significado inmediato en latín, pero alude tanto a una luna de Saturno descubierta en 1980 como a una figura mitológica, añadiendo una capa de misterio a este tono gris tan distintivo.
Otros colores nacen de acontecimientos concretos, aniversarios u ocasiones especiales. Una de las historias más conocidas es la del Verde Scandal, cuya leyenda se remonta a finales de la década de 1960. Una clienta que deseaba un tono de verde inexistente en la gama señaló el vestido que llevaba puesto como referencia y solicitó que la nueva pintura se fabricara exactamente en ese color. Cuando se le pidió una muestra, no dudó en quitarse el vestido para que sirviera de patrón, dando origen a uno de los verdes más célebres de la historia de Lamborghini.
El Viola 30th fue creado en 1993 para conmemorar el 30 aniversario de la marca y debutó en el Diablo, uno de los superdeportivos más emblemáticos de Sant’Agata Bolognese. Años más tarde, el Giallo Maggio celebró el 50 aniversario de la compañía. Presentado en 2013 con el Aventador 50° Anniversario, este amarillo rinde homenaje tanto al mes de fundación de Lamborghini, mayo de 1963, como a uno de los colores históricos de la marca. Su brillo intenso se consigue gracias a una capa de partículas transparentes altamente reflectantes que hacen que la carrocería destaque de forma espectacular bajo la luz del sol.
La conexión con el territorio también se expresa a través del color. El Giallo Quercus se inspira en el roble dorado del escudo de armas de Sant’Agata Bolognese, símbolo de fuerza y tenacidad. A su vez, los tonos Terra Emilia y Terra di Sant’Agata Bolognese rinden homenaje a la región y a la ciudad donde nació la marca. En este caso, se trata de tonalidades reservadas exclusivamente para los interiores, aplicadas a los cueros, reforzando el vínculo entre Lamborghini y sus orígenes.
Algunos nombres nacen directamente asociados a procesos únicos. El Diamond Coating no es un color tradicional, sino un acabado especial: una capa transparente que incorpora polvo de diamante real en la fase final del pintado, generando un resplandor extraordinario que amplifica la profundidad del color. De forma similar, el Crystal Effect se logra mediante una sofisticada técnica multicapa aplicada a mano, en la que distintos estratos de color crean reflejos dinámicos que realzan las líneas del vehículo.
En Lamborghini, el color nunca es un simple recurso estético. Es historia, territorio, mitología e innovación condensados en una sola superficie. En esa capacidad de transformar la pintura en narrativa reside el encanto atemporal de las creaciones de Sant’Agata Bolognese: automóviles que no solo se conducen, sino que se interpretan, se sienten y se viven también a través del color.
