Marketcar, una nueva propuesta en la compra y venta de autos usados celebró su primer aniversario dando a conocer sus instalaciones y su concepto boutique con una increíble revelación de autos exclusivos que pocos sabían que estaban en nuestro país.
Su fundador, Juan José Domínguez, a quien conocemos de bastante tiempo por su trayectoria de más de 20 años en la industria automotriz a cargo de marcas como Audi, BMW Motorrad, MINI, Škoda, SEAT y CUPRA, comenzó este proyecto personal al identificar un nicho en la compra y venta de autos usados. “La gente desconfía del proceso de venta. No se entrega una experiencia transparente ni confiable. El foco de Marketcar es entregar una experiencia boutique, transparente, confiable y cercana con nuestros clientes”
De esta forma y gracias al posicionamiento que ha logrado en este primer año de operaciones, la boutique presentó una colección única en el país, compuesta por incluso algunos “unicornios” de la industria, con el espíritu de seguir invitando a entusiastas, así como a potenciales clientes para conocer su experiencia de venta e instalaciones.
La colección, compuesta por modelos BMW, Mercedes y Porsche, destaca por su gran estado de conservación, historia de cada uno de ellos e incluso anécdotas de coleccionistas reconocidos mundialmente, uno de ellos, aún interesado en conseguir ese auto que tanta falta le hace en su muestra.
“Esta exhibición refuerza nuestro espíritu, el porqué de nuestro negocio, buscamos entregar una experiencia única y reunir, a través de la confianza y un servicio especializado, a todos quienes estén buscando un modelo que se ajuste a sus necesidades”, expuso Domínguez.
Los unicornios
La colección, principalmente basada en modelos de marcas alemanas, no trata sobre versiones tope de línea, sino que modelos muy especiales y específicos, raros y difíciles de conseguir. En algunos casos, con historias realmente sabrosas.
El grueso de la colección se lo llevó Porsche, con la exhibición de una línea de tiempo basada en modelos Carrera RS y GT3 RS, que son los más apetecidos por los puristas. El linaje RS emerge con el Carrera RS 2.7 de 1973, que representaba al 911 más pistero de todos, aun legal para su uso en calle. Junto al 2.7 RS se presentó un curioso 911 modificado que buscaba hacer match entre el look del 930 Turbo y el espíritu del Carrera RS. Luego aparecieron dos variantes más contemporáneas del Carrera RS basadas en las generaciones 964 y 993, este último recién llegado a Chile y apenas visto en las calles o eventos.
Coronando la línea de tiempo RS encontramos al GT3 RS de la generación 996 y un GT3 Cup de la generación 991.
Luego fue el turno de BMW, donde lado a lado pudimos hacer contraste entre el primer M3 Evo 1 de la generación E30 y el rarísimo M3 CRT de 2011 fabricado con piezas de CFRP (plástico reforzado con fibra de carbono), un sedán para cuatro del que solo se fabricaron 67 unidades.
Y para finalizar, dos tremendas joyas de Mercedes-Benz AMG. El primero es el E60 AMG, una muy rara versión del ya exclusivo E500 que Mercedes-Benz fabricó con ayuda de Porsche. Gracias al paquete 957 (AMG Technology Package), estos autos intercambiaron su motor de cinco litros por uno de seis, el que elevaba la potencia a 381 Hp, entre otros aditamentos.
El segundo, por su historia y relevancia, se robó la película de la exhibición. Se trata del fantástico SL72 AMG, el más raro de todos los SL que AMG tuneó en la generación R129. Con apenas 35 unidades fabricadas, el modelo era más apetecido, incluso que el SL73 de mayor potencia.
En el SL72 se instaló un motor V12 de 7,1 litros, el mismo que sirvió de base posteriormente (aunque con más cilindrada) para propulsar al Pagani Zonda. La suavidad del motor es tal que, según se dice, puedes poner una moneda sobre este y no se caerá, algo que comprobamos en el evento con una moneda de 50 pesos. La leyenda "chilena" dice que el Sultán de Brunéi, famoso por tener la colección más grande de autos raros y exóticos del mundo, quería hacerse con las 35 unidades del SL72, pero no pudo. Y esta unidad, proveniente de Japón, fue una de las tantas que escapó de sus manos. Un representante del sultanato habría llamado al dueño del auto en Chile para ofrecerle prácticamente un "cheque en blanco" por el auto. La respuesta fue "el auto no se vende y si el Sultán está tan interesado, que me llame directamente".
