Renault arrancó el año con un mensaje contundente para la industria: la eficiencia sigue siendo el verdadero campo de batalla del auto eléctrico. Con el Filante Record 2025, la marca francesa presentó un prototipo experimental que no busca ser fabricado en serie, sino demostrar hasta dónde puede llegar la tecnología cuando cada gramo, cada milímetro y cada watt cuentan.
El resultado habla por sí solo. El Filante Record 2025 logró recorrer 1.008 kilómetros sin recarga, manteniendo una velocidad promedio de 102 km/h, con un consumo de apenas 7,8 kWh cada 100 km. Todo esto utilizando una batería de 87 kWh, la misma capacidad que Renault emplea en modelos eléctricos de producción como el Scenic E-Tech. No hay trucos ni cifras infladas: el récord se consiguió en condiciones pensadas para simular un uso real, no una prueba de laboratorio desconectada del mundo.

El prototipo es, ante todo, un laboratorio rodante. Su diseño está completamente orientado a reducir pérdidas energéticas. La carrocería presenta un perfil extremadamente alargado y limpio, optimizado tras extensas sesiones en túnel de viento. El objetivo fue minimizar la resistencia aerodinámica, uno de los grandes enemigos de la autonomía a velocidades constantes.
A esto se suma un trabajo exhaustivo en la reducción de peso. Renault recurrió a materiales ultraligeros, piezas impresas en 3D y soluciones técnicas como sistemas steer-by-wire y brake-by-wire, que eliminan componentes mecánicos tradicionales y permiten ahorrar kilos valiosos. El resultado es un vehículo que ronda la tonelada, una cifra notable para un eléctrico de estas dimensiones.

Los neumáticos también jugaron un papel clave. Desarrollados específicamente para este proyecto, reducen al máximo la resistencia al rodaje, otro factor crítico cuando se persigue la máxima eficiencia energética en recorridos largos y sostenidos.
Más allá del récord, el Filante Record 2025 funciona como una declaración de intenciones. Renault no pretende vender este auto, sino aprender de él. Cada solución probada aquí puede terminar, tarde o temprano, influyendo en futuros modelos eléctricos de calle, desde mejoras aerodinámicas hasta sistemas más eficientes de gestión energética.

Incluso al finalizar la prueba, el prototipo conservaba un 11% de carga, suficiente para seguir rodando más de 100 kilómetros adicionales. Una cifra que deja claro que el potencial del auto eléctrico todavía está lejos de agotarse.
El Filante Record 2025 no es un simple ejercicio de ingeniería extrema. Es una señal clara de que la próxima gran evolución del auto eléctrico no llegará solo con baterías más grandes, sino con vehículos mucho más inteligentes en la forma en que usan cada unidad de energía.