Movido, por decirlo menos , es lo que ha ocurrido con el grupo PSA Peugeot-Citroën durante 2014. La baja sostenida en las ventas, con Europa sumida en una profunda crisis económica y financiera, terminaron por gatillar algo que era secreto a voces en la industria automotriz, el ingreso de nuevos socios en la propiedad de la empresa. Con ello, y, por primera vez desde 1896, deja a la familia Peugeot sin el control absoluto de la compañía; mientras que los chinos Dongfeng y el gobierno francés resultaban ser los nuevos socios.
El impulso que supone contar con la empresa china no sólo permite contar con nuevos e importantes recursos, sino que además, impulsar una nueva estrategia comercial en el gigante asiático. Ya se confirmó que construirá la cuarta fábrica en el país en Chengdu, capital de la provincia interior china de Sichuan. En forma paralela, en marzo pasado las dos partes que conforman la empresa mixta acordaron comprometerse a alcanzar juntas 1,5 millones de ventas de vehículos en China para 2020.
Ahora bien, todo este preámbulo es para dar luces de los otros planes que conlleva la nueva sociedad. Con ella, se reactivarían varios proyectos postergados, tales como una versión coupé del 508, una SUV de gran tamaño denominada 6008 y, principalmente, un sedán de lujo denominado 608.
En efecto, con el nuevo sedán la francesa Peugeot tendría un símil del Citroën DS6, de alrededor de 4,9 M de largo, y que buscaría enfrentar de igual a igual a competidores de la talla de los Audi A6 y BMW Serie 5. ¿Qué tal?.
Se buscará hacer especial hincapié en la calidad de los materiales y la incorporación de nuevas tecnologías. En el aspecto mecánico, hablamos de potencias de 160 a 240 caballos (gasolina) y de 120 a 200 Hp en diésel; a la que se sumaría una versión híbrida de tracción 4WD. Noticia en desarrollo.