El benjamín de los SUV de la casa bávara entra en su segunda generación y ahora es más chico, pero promete mayor espacio interior. Te contamos cómo lo logró BMW y todas las novedades del nuevo X1.
Al igual que el Serie 2 Active Tourer y la próxima Serie 1, el nuevo BMW X1 utiliza la plataforma UKL, también compartida con MINI (marca propiedad del Grupo alemán) que pasa el motor de longitudinal a transversal. Esto quiere decir que la nueva camada del modelo tendrá tracción integral o delantera (ya no más trasera), pero también que la mecánica libera más espacio en la cabina.
Respecto de su antecesor, el nuevo BMW X1 es 30 mm más corto (4,440 mm) y con menor distancia entre ejes, pero crece 22 mm a lo ancho (1,820 mm) y 45 mm a lo alto (1,590 mm) incluyendo un despeje 4 mm superior (183 mm). El resultado, es una posición de manejo más elevada y proporciones más cercanas a un SUV que a un familiar aventurero, como sucedía en el modelo original. Además, la cajuela tiene 85 L más de capacidad alcanzando los 505 litros.
Mecánicamente el nuevo BMW X1 se servirá tres motores de dos litros y cuatro cilindros turbo con inyección directa, uno a gasolina (i) y el resto Diésel (d) con potencias que van desde los 150 Hp para el xDrive18d, a los 231 caballos de los xDrive25i y xDrive25d. Las transmisiones serán manual de seis cambios o automática de ocho relaciones y la tracción delantera (s) o integral (x).
Estéticamente el nuevo BMW X1 abandona las líneas rectas y algo polémicas del original, pasando a un estilo más redondeado y fluido que además mejora el coeficiente aerodinámico (Cx) a 0.29. Puertas adentro también utiliza el nuevo estilo de la marca con pantalla de 6.5” (8.8 pulgadas opcional) y sistema iDrive. Entre sus tantas opciones ofrece luces LED, Head Up display, suspensiones adaptativas o un paquete M sport más firme, control de velocidad crucero adaptativo y estacionamiento semiautomático, entre otras tantas bondades.
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