La primera generación del X1 (E84) de BMW, se presentó en el 2009, en el marco del Salón de Frankfurt. Aquel vehículo tenía la configuración clásica de BMW, es decir un motor de seis cilindros en línea montado longitudinalmente, que enviaba la tracción al eje posterior. Dicho modelo se comercializó hasta el 2015.
Estamos ante la segunda generación del vehículo de entrada de la gama X de BMW. Todos los vehículos del fabricante bávaro destinados al “doble propósito” se denominan X por sus facultades tanto en pavimento como fuera de él. Además, algunas versiones de este modelo no ofrecen tracción integral, por lo que es el primer SUV de la marca en ser de tracción delantera; de hecho comparte la plataforma y muchos componentes mecánicos con el Serie 2 Active Tourer y con el MINI de más reciente generación.
La nueva generación del X1 (F48) nos presenta hacia dónde va el mundo automotriz en la próxima década, se trata de un escenario de utilización más eficiente de las plataformas, con mecánicas globales, pero con una diferenciación completa de producto. En el caso de X1, comparte casi todos los elementos del tren motor con el MINI, pero su aspecto es completamente distinto, y eso es aplaudido por los usuarios, que poco se percatan de ello, pero lo celebran cuando tienen que pagar un vehículo con un precio más asequible. En este caso, nos pusimos al volante del X1 sDrive 20iA x Line, un nombre bastante largo.
Características técnicas y mecánicas
Como ya lo mencionamos, comparte plataforma con el MINI y Serie 2 Active Tourer, así como el tren motriz, comprendido por un motor de dos litros con inyección directa montado transversalmente y asistido por un turbo compresor. Dicho propulsor, capaz de generar una potencia de 192 Hp en el rango de las 5,000 rpm y una fuerza de torque de 281 Nm, está acoplado a una transmisión automática (ZF 8HP) de ocho velocidades, enviando su poder al eje delantero.
Las dimensiones son compactas: La longitud es de 4.439 mm, la altura de 1.821 mm, el ancho de 1.561 mm y la distancia entre ejes de 2.760 mm. El peso ronda los 1,625 kilos.
El esquema de suspensiones es bastante tradicional para la marca, McPherson para el eje delantero y un paralelogramo deformable para el eje trasero.
Equipamiento e interior
No hay que confundirnos, el BMW X1 es el modelo de entrada a las camionetas y crossovers de la marca pero en ningún momento deja de ser un vehículo Premium, aunque se trate de la versión de acceso. Los materiales del interior son de primera calidad y muy buena factura, los plásticos son suaves al tacto y todas las superficies tienen un acabado muy a la BMW, es decir casi perfecto.
En el área de Info-entretenimiento (Navegación, audio y teléfono) nos encontramos una pantalla de 6.5” con muy buena definición, que se controla mediante el mando central conocido como iDrive, que hay que ser honestos, sigue siendo complejo de comprender y manipular de buenas a primeras (es necesario aprenderselo un tiempo). Cuenta con interfaz USB y Bluetooth para teléfonos móviles. Aún no está disponible la compatibilidad con sistemas como el CarPlay de Apple o Android Auto. El equipo de audio cuenta con siete parlantes y tiene 205 watts de potencia.
En materia de habitabilidad es en donde encontramos los mayores beneficios del cambio de plataforma, el capot ya no es tan largo, puesto que el motor ahora es transversal y el planteamiento mecánico de tracción frontal le permitió a BMW ofrecer un habitáculo sustancialmente más amplio, práctico y cómodo para los ocupantes.
En cuanto a equipamiento de seguridad tenemos un paquete completo; que consta de bolsas de aire frontales, laterales y de cortina, Frenos ABS, Control de Estabilidad (DSC) y Control de Tracción (DTC).
Manejo
Tras el volante, la respuesta del turbo presenta un ligero retraso, no es incómodo, pero hay que acostumbrarse. El escalonamiento de la nueva caja de ocho velocidades es muy suave y los cambios de modo automático son casi imperceptibles; cuenta también con paletas en el volante en caso de que el conductor quiera tomar el control de la caja. Si tratamos con cariño el pedal del acelerador, los consumos pueden ser decentes, incluso acercarse a los 16 km por litro que anuncia BMW. En cambio, si uno se toma las cosas con prisa, el motor de dos litros no nos defraudará y nos hará dibujar una sonrisa en cada aceleración, pero la diversión es directamente proporcional al consumo de combustible, es decir: mucha diversión en el camino, igual a mucho consumo y gasto.
¿Qué es mejor, tirar o empujar?
Esa es una forma más o menos práctica de describir la tracción en el eje posterior (empujar), o a la fuerza en el eje delantero (tirar). Recordemos que la primera generación compartía todos los elementos mecánicos de un Serie 3, mientras que la nueva generación del X1 comparte todo con el MINI y lleva el motor montado en forma transversal con la fuerza de tracción en el eje delantero, pero... ¿En realidad es importante hacia qué eje se envíe la potencia? Hablando de un uso citadino y autopista es completamente indiferente, los vehículos con tracción en el eje delantero tienden a subvirar en condiciones extremas y los de tracción trasera a sobrevirar.
Pero ¿es eso tan importante?, ya que teníamos la anterior experiencia con la primera generación del X1 cuya fuerza era en el eje trasero, y ahora probamos la nueva X1 con tracción en el eje delantero lo que podemos concluir es que resulta prácticamente imposible detectar que se trata de un vehículo con tracción delantera, en caminos asfaltados se puede manejar muy rapido y la respuesta es muy al estilo BMW, que entrega una sensación placentera y de control detrás del volante. Las asistencias electrónicas de estabilidad y tracción hacen su trabajo de forma discreta si abusamos de la física, pero no son intrusivas, la calidad de frenado es relevante.
Un detalle que siempre he criticado de BMW, es que no portan una llanta de repuesto y aunque las llantas que equipa ofrecen la tecnología RunFlat, el factor de probabilidades de romper una llanta en un hoyo o bache es muy alta, pues estas son de perfil demasiado bajo.
Conclusión
El X1 es un producto que los puristas de BMW no ven con los mejores ojos, pero que hay que entender. Si bien, al tener tracción delantera “patea el trasero” a los fans de la marca, el manejo es muy bueno y puedo apostar que el publico que no raya tanto con los autos, no le interesa demasiado en qué eje está la fuerza motriz.
Se trata de un vehículo Premium, a un precio interesante, que si bien es cierto abandona buena parte del ADN de la marca, también cuenta con muchos argumentos muy relevantes para su segmento.
Pensando sensatamente, me parece un acierto de la marca que la hará vender cientos de miles de vehículos a un sector de clientes que no veían a BMW como una opción, por considerar su oferta demasiado costosa.
BMW X1 2016, el crossover de entrada de la marca bávara