Buenas noticias para los entusiastas de los deportivos puros, ya que el presidente ejecutivo de Lotus, Jean-Marc Gales, señaló que es muy probable que el relevo generacional del mítico Elise se lanzará al mercado en 2020, pero lo más importante es que no tendrá nada que ver con el conceptual de 2010.
Vale recordar que en el Salón de París de aquel año, Lotus Cars sorprendió al mundo al presentar los conceptuales Elan, Elite, Esprit, Elise y Eterne, los que, según el plan, permitirían desarrollar una gama que cubriría el total del segmento de los autos deportivos. A la par se anunció que la firma desarrollaría motores propios V6 y V8. El gestor de este plan era el presidente de entonces, Dany Bahar, ex jefe de marketing de Ferrari.
Y la verdad es que esta puesta en escena terminó siendo sólo eso, una jugarreta de marketing que apuntaba a elevar el valor de la compañía, pero detrás no había ningún plan serio para fabricar nada. Bahar terminó en la calle, demandando a sus ex empleadores, y con Lotus al borde de la desaparición.
Volvamos a la noticia de hoy. Si hay algo que ha caracterizado al Elise en los 20 años que lleva en venta es su ligereza y su extraordinaria relación peso/potencia, lo que lo convierte en un deportivo puro, gracias a la utilización de un chasis de aluminio, elemento que se mantendrá en el nuevo modelo.
"El chasis del Elise muchas veces ha sido copiado, pero nunca igualado. Combina eso con la sensación de dirección, y tienes algo realmente especial. El ADN de ese auto es su peso ligero, su sensación de dirección y el equilibro entre potencia y conducción", aseguró Gales.
En este tenor, el ex presidente ejecutivo de PSA Peugeot Citroën, aseguró que los ingenieros se centrarán en conseguir un peso que no sobrepase los 900 kilos, a pesar de que las dimensiones del auto serán ligeramente superiores al modelo actual, además de que albergará bolsas de aire laterales.
Respecto a motorizaciones, todavía es muy temprano para hablar de ello, sin embargo, dada la estrecha colaboración entre Lotus y Toyota, no resultaría raro que el deportivo británico sea impulsado por motores desarrollados por la firma nipona.
