El Toyota de hidrógeno ya es realidad: el Mirai sale a la venta

Fue presentado oficialmente hace casi dos años en el Salón de Los Angeles, y ahora es una realidad comercial: el Toyota Mirai 2017 llega a Estados Unidos con un precio inicial de US$ 57.500 dólares (unos $38 millones). Sin embargo, este costo puede bajar entre US$ 5.000 y US$ 8.000 dólares gracias a los incentivos federales y estatales. 

Mientras que el Toyota Prius combina un motor eléctrico con otro de combustión interna, el Mirai es totalmente cero emisiones debido a que genera energía desde la combinación de hidrógeno y oxígeno. De esta forma, el vehículo se mueve a través de un motor eléctrico, el que es alimentado desde una pila de combustible de hidrógeno, por lo que emite únicamente vapor de agua y ofrece una autonomía -según estimaciones de la EPA- de 502 kilómetros, con un consumo equivalente de 28,4 km/litro.

Otra de las ventajas del Toyota Mirai sobre otro vehículo eléctrico o hybrid plug-in es que el tiempo de recarga del tanque de hidrógeno es de aproximadamente cinco minutos.

Tecnológicamente, la operación es muy similar a un auto eléctrico, sólo que la batería que alimenta a los motores eléctricos recibe la energía proveniente de la reacción generada al unir hidrógeno con oxígeno en la celda de combustible. En total, el sistema produce una potencia total de 153 caballos de fuerza y un torque de 335 Nm.

Como parte de la estrategia de comercialización, Toyota ofrece a los clientes del Mirai 2017 combustible gratuito, llamadas de soporte al cliente y mantenimiento gratis hasta 56.000 kilómetros en los tres años siguientes a la compra. Asimismo, la marca ofrece ocho años o 160.000 km de garantía en componentes claves del sistema, como la propia pila de combustible, la unidad de control de potencia, los tanques de hidrógeno, la batería híbrida, el compresor de aire, el convertidor y el software.

Por el momento, el Toyota Mirai 2017 sólo está disponible en ocho distribuidores de California. Por ahora se desconoce dónde y cuándo llegará a otros estados del país, y menos aún si se comercializará alguna vez fuera de Estados Unidos.