Parece que no pero ya transcurrieron tres años desde que se presentó la disruptiva generación de Ford F-150, que innovaba con su carrocería de aluminio y motor EcoBoost. Así que como es tradición en la industria automotriz, para este año modelo 2018 le tocaba recibir el famoso facelift de media vida. El escenario, el Autoshow de Detroit 2017, la muestra más importante de todo el continente americano.
Los cambios estéticos incluyen una nueva parrilla, que cambia respecto a cada versión, los faros y parachoques en el frente, mientras que atrás, la tapa de la caja sufrió cambios.
Por dentro encontramos nuevos colores para las vestiduras y las aplicaciones para el tablero, además de opcionales como el control de crucero adaptativo, que puede detener por completo el vehículo, o el sistema de prevención de choque frontal con detección de peatones, y el sistema de audio Bang & Olufsen, que se añaden a los preexistentes Apple CarPlay, Android Auto, visión 360° y asistente de cambio de carril.
Ahora, las cosas se ponen más interesantes en la parte mecánica, pues la Ford F-150 abandona el conocido motor V6 de 3.5L naturalmente aspirado, y lo sustituye por un 3.2L que se espera entregue la misma potencia de 282 Hp y 341 Nm de par, pero consumiendo menos combustible. En cuanto a los motores EcoBoost, encontramos una revisión del 2.7L para hacerlo más eficiente, mientras que el 3.5L V6 EcoBoost y el V8 5.0L aspirado se mantienen igual.
Finalmente, la noticia más grande es la incorporación de un motor diésel a la F-150 2018. No se liberaron muchos datos, pero por ahora sabemos que será un V6 3.0L Power Stroke acoplado a la transmisión automática de 10 velocidades, la misma de la Ford Raptor 2017. Esto sin duda es un paso importante para la transformación de este importante modelo de la marca, que por más de 40 años ha permanecido como el vehículo más vendido en Estados Unidos, y que para 2020 tendrá una versión híbrida.