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Test Drive: Ford Fusion 2.0 SE EcoBoost 2017

El Ford Fusion 2017 combina en un solido paquete, gran confort, vasta tecnología a un precio bastante razonable, además de exhibir una revisión en diseño que lo actualiza para unos años más. Una interesante propuesta entre el nicho de sedanes familiares.

Test Drive: Ford Fusion 2.0 SE EcoBoost 2017

Existe un cliché en la industria automotriz que de a poco se ha ido tomando las presentaciones de marketing de muchos autos: la deportividad.

¿Por qué todas las marcas insisten en la deportividad? Las costuras rojas, volantes recortados, turbo, llantas de 18’’ y un manejo lineal en carretera. Son propiedades meramente cosméticas que buscan disfrazar intenciones reales de entregar un carácter más entretenido a un auto. Y la verdad de las cosas, no todos siempre quieren un auto con prestaciones o con un look deportivo.

Dentro de los sedanes familiares (segmento D) históricamente el más deportivo fue el Subaru Legacy, modelo que fue engordando para satisfacer una demanda menos segmentada en Estados Unidos. Esa posta la tomó el Mazda6, hoy líder del segmento en Chile y un auto que, si bien no es puramente deportivo, tiene algunos rasgos genuinos en su puesta a punto. El Legacy, el Honda Accord o el Peugeot 508 satisfacen a un público más adulto y clásico, mientras que el Mazda6 es más vivaz. ¿No hay un punto de encuentro, una propuesta fresca, pero sin pretensiones? Afortunadamente los hay, y el mejor de ellos como producto es el Ford Fusion.

Y claro, el Ford Fusion no tiene ni un poquito de deportividad, no es su estilo. Por el contrario, es la tecnología, un diseño sólido y un andar que les gustara bastante a los viudos de “las cunitas” o “lanchones”, autos suaves y amplios para flotar por carretera.

Un refresco necesario

El Fusion, en esta versión 2017 recibe un lavado de cara, discreto pero suficiente para verse más moderno. Queda de manifiesto en sus nuevos focos LED (solo para 2.0 SE, tanto para los ópticos principales como para los neblineros), el parachoques frontal y la calandra, de estilo revisado, nuevas llantas de 18’’ y un listón cromado que une el conjunto óptico posterior. Por lo demás no hay nada nuevo y la verdad, tampoco era muy necesario, puesto que el Fusion tiene un diseño muy distintivo, moderno y reconocible, herencia del estilo Kinetic Design.

Por lo mismo, las dimensiones no cambian mucho: 4.869 mm de largo, 1.852 mm de ancho y 1.476 mm de alto, más una distancia entre ejes de 2.850 mm y un generoso maletero con 453 litros de capacidad. El Mazda6 es marginalmente más pequeño, contemplando una distancia entre ejes de 2.830 mm y un largo general de 4.865 mm, así como un ancho de 1.840 mm, superándolo solo en altura con 1.450 mm, algo poco aparente, considerando su aerodinámica silueta. El Subaru Legacy es aún más corto en todas sus dimensiones, pero más alto que los tres, claro que, por imagen, el Legacy claramente luce más voluminoso. Y debemos notar que el largo, en el Fusion se nota bastante, especialmente en el espacio de las plazas traseras.

Tecnología, prioridad definitiva

Nos sentamos en el habitáculo del Fusion y tenemos dos situaciones encontradas. La primera, que es la más negativa, es la calidad percibida del interior, excesivamente sobria, al punto que, en algunos detalles, el Fusion luce de menor calidad que el Mazda. Queda de manifiesto en amplios paneles de polímeros negros, algunos remates que no están completamente alineados o el look de los insertos símil aluminio. Por otro lado, tenemos el acercamiento hacia la tecnología, de evidencia con un clúster muy moderno con un velocímetro y dos pantallas multifunción, además de que el sistema multimedia ahora opera con sistema SYNC3 que reconoce más funciones táctiles, sin olvidar los comandos por voz, el climatizador dual integrado, el Bluetooth, el GPS con mapas en 3D, soporte para MP3, 11 parlantes (muy potente, calidad correcta pero mejorable) y 2 puertos USB con funciones de carga express y soporte para smartphones, como Apple CarPlay y Android Auto. Siempre nos ha gustado el sistema de Ford por ser de los más completos y fáciles de usar, algo que aquí incluso se mejora. Las pantallas en el sinóptico principal si son muy pequeñas y hay funciones que se hacen difíciles de leer.

Si te diste cuenta, el Fusion no tiene palanca de cambios. Para el 2017 este contará con una perilla, estilo Jaguar y que libera más espacio entre los asientos para compartimientos portaobjetos y para una sensación de espacio ampliada.

Sobre el equipamiento, el Fusion, tanto en su versión 2.5 SE como en esta 2.0 SE Ecoboost, presentan un nivel bastante nutrido, al punto que el modelo “de entrada” aún se percibe como full equipo, incluyendo asientos eléctricos, el sistema multimedia previamente mencionado, control crucero, vidrios tinteados, sensores traseros de retroceso, volante de cuero o el sunroof. Esto también es válido para los elementos de seguridad, donde el Fusion sencillamente deslumbra. De hecho, todos los modelos tienen ABS, sistema avanzado de tracción Advance Trac con ESC, alerta de SOS por colisión, asistente de frenado de emergencia, asistente de partida en pendientes (HLA), control de tracción de frenos, Torque Vectoring, llave inteligente, 8 Airbags, teclado numérico para acceso al auto, inmovilizador antirrobo, alarma perimetral, anclajes LATCH para sillas de niños y monitor de la presión de los neumáticos.

Nuestra unidad lleva todo esto aún más allá, incorporando inéditas medidas, como cinturones traseros equipados con Airbags, ajuste automático de luces altas, alerta de trafico cruzado (BLIS) y sistema de mantenimiento de carril, con alertas y monitor de fatiga.

Parece broma, pero aún hay más extras, como el encendido remoto, asistente de estacionamiento Park Assist, con programa para estacionar en paralelo, perpendicular hacia adelante o reculado, el que además te ayuda a sacar el auto y el control crucero adaptativo con radar, función Stop & Go, que permite detener el auto y proseguir la marcha, asistente de pre-colisión con frenada activa de emergencia y detección de peatones.

Curioso es que, con tanta tecnología, los espejos eléctricos, no se plieguen automáticamente.

Si a esto le seguimos agregando detalles, como los asientos y volante calefaccionados o los espejos electrocromaticos, no nos queda más que señalar que el Ford Fusion es uno de los autos más seguros y equipados jamás antes vistos en el segmento, especialmente por su precio. Es una locura el nivel de confort y de elementos que comprende, aún mucho más que modelos Premium que le doblan el precio y que en sus rivales.

Performance orientada al confort

El contundente motor de 2 litros Ecoboost (Turbo de baja inercia, inyección directa) del Fusion es 5 Hp más potente que su antecesor. Ahora presenta 245 Hp y 365 Nm de torque, apoyado por una caja automática de 6 velocidades con cambios al volante y modo Sport. Nos ponemos manos a la obra y lo primero que destaca es su empuje, el que se siente casi como si se tratara de un V6 que es la premisa de Ford tras estos motores. El turbo es un poco lento, así que ojo cuando se le pisa en modo Sport, que es el modo en el que el Fusion se hace más reactivo.

Los cambios al volante ayudan en algunos casos, pero es mejor el performance de la caja sin asistencia manual.

Pero como ya mencionamos, este no es un auto de sabor deportivo, es para viajar cómodo y tranquilo y es en carretera donde su tamaño y el tacto de la suspensión, más flotante que en el Mazda6, permite cumplir con dicha característica. A veces, en algunas superficies más parchadas, se logra colar algo de sequedad, la que más que a la suspensión, se la podemos asociar al compuesto de los neumáticos, Goodyear Eagle F1, los que por otro lado ayudan mucho al grip en carretera. Ojo con la dirección que sobre los 120 km/h se pone un poco sensible y se pierde esa sensación más neutra de estabilidad. No es un auto liviano y las 1.8 toneladas se sienten en maniobras más dinámicas, así como en la capacidad de los frenos, algo largos para nuestro gusto.

De consumo, en ciudad, según la inercia, logramos entre 10 y 13 km/l. En carretera, 14 a 16 km/l entre 110 y 120 km/h a eso de las 2200 RPM. Interesante es que nuestros consumos fueron bastante mejores que lo homologado por el 3CV, alrededor de los 10km/l en mixto. Sin embargo, la tecnología de Ford no es suficiente para hacerlo más económico que un Legacy con tracción integral o que un Mazda6 con motor de 2.5 litros y 250 Hp, así que es algo que hay que tener en mente.

Conclusiones

Todo esto que hemos dicho, hay que mirarlo desde el prisma que el Fusion se oferta en esta versión a un suculento precio de $18.890.000, incluso un par de millones más abajo que el Mazda6, con un nivel tecnológico y de seguridad superior a cualquier auto. En ese sentido, el Ford Fusion es definitivamente un ganador por donde tú lo quieras mirar y en Chile, debe ser uno de los autos con mejor relación precio/equipamiento/calidad.

Claro que el Mazda6 es un auto que, en sus terminaciones, en su consumo y su diseño, se siente mucho más exquisito, así como en prestaciones dinámicas (suspensión, frenado y dirección). También podemos hablar de la calidad de manejo que tiene el Subaru Legacy, el confort del Peugeot 508, la interesante propuesta de Škoda con el Octavia y el estilo del Kia Optima, pero si eres de los que busca un auto desde una propuesta más racional, no hay donde perderse, el Fusion es el que más entrega, haciendo muy pocas concesiones. Esperamos que más adelante, en nuevas generaciones se vayan puliendo algunos detalles, cosa de así lograr una calidad percibida y de manejo aún más atractivas.

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