Como parte de un desafío propio llamado “Desafío Medioambiental Toyota 2050”, la empresa japonesa viene articulando seis distintos ejes con la mira puesta en contribuir al desarrollo sustentable del planeta. Uno de esos ejes es la reducción progresiva del dióxido de carbono emitido por las fábricas de la marca, y en este punto, Toyota ha logrado avances serios.
El objetivo es reducir en un 50% las emisiones para 2020 y en un 66% para 2030. Según la empresa, en caso de seguir por el mismo camino, para el año 2050 las emisiones de CO2 serían eliminadas completamente en base a la tecnología de hidrógeno.
En esta línea, Toyota ha conseguido un importante logro al reducir en un 32% las emisiones en su fábrica de Tsutsumi, con un trabajo fino en la línea de pintura del Toyota Prius. Todo esto se produjo sin alterar la calidad del proceso, según consignan desde la empresa.
La pintura, generalmente, es una de las etapas más contaminante si se la compara con el estampado, la soldadura o el ensamble.
Para conseguir esto, Toyota ha aplicado nuevas tecnologías e ideas, como un espacio más reducido debajo de la cabina de pintura y un aprovechamiento mayor del excedente de producto mediante a la fuerza centrífuga, así como también la optimización del proceso robótico de la limpieza y la pintura interior.
Con esto, la empresa japonesa da otro paso de los muchos que ha dado para ponerse a la vanguardia de la industria automotriz sustentable, algo que cada vez se ve más seguido y apunta a ser el futuro del sector.