Durante este año conocimos al facelift del Honda City, sedán urbano compacto que viene a ser la puerta de entrada al mundo Honda. Emparentado en parte con el Fit, el City destaca rápidamente por una sólida propuesta en diseño y habitabilidad. Si bien los precios están un tanto altos, se condicen con lo que ofrece el segmento, el cual se caracteriza por una propuesta de valor y cualidades más racionales que pasionales, sin embargo, el City logra incorporar un poco más de estilo para desmarcarse de sus competidores.
Para efecto de esta prueba, nos pusimos al volante de la versión tope de línea EX CVT, avaluada en $12.490.000
Un mini-Civic
La sensación general que nos entrega este facelift es que, si bien el Civic nuevo se ha renovado, aun así, nos queda ese espíritu del modelo anterior. Su diseño afilado y en cuña tiene nuevo rostro, el que en Honda llaman Solid Wing Face. En el caso del City corresponde a un listón cromado ancho que se funde con la gráfica de los focos frontales. También hay un refresco necesario en los parachoques delanteros, traseros y ópticos posteriores, mejor delineados y más prominentes, que le dan una mirada un poco más agresiva. Completan el look, las luces LED de uso diurno y las llantas de 15 o 16 pulgadas, de nuevo diseño y bicolor.
La sensación general que da el City es de buena presencia, incluso luciendo elegante para algunos cercanos a quienes le hicimos la encuesta de rigor. Significa que los detalles en los que Honda ha reparado, fueron los indicados.
Con respecto a sus dimensiones exteriores, el nuevo Honda City mantiene sus proporciones, con 4.455 mm de largo, 1.485 mm de alto y 1.695 mm de ancho, una distancia entre ejes de 2.600 mm y el maletero más grande de su segmento, con 510 litros, igualando al Renault Symbol. Para que se hagan una idea, un Chevrolet Prisma comprende una distancia entre ejes de 2.528 mm con un maletero de 500 litros. Por otro lado, el nuevo Kia Rio4 presenta una distancia entre ejes de 2.580 mm y un maletero de 505 litros. Finalmente, tanto el Peugeot 301 como el Citroën C-Elysee totalizan una medida de 2.652 mm entre ejes y un maletero de 502 litros.
Las dimensiones del City no han cambiado tras el facelift y este logro, se obtiene básicamente por cómo fue concebido el auto, naturalmente de marca japonesa, privilegiando un estilo practico, la especialidad de la región.
Habitabilidad y modernidad, de la mano
Ya mencionamos que una de las cartas que se juega el City con respecto a sus rivales, tiene que ver con el diseño de su interior. Estamos claros que aquí la mayoría de los modelos corresponden a una filosofía llamada low-cost, que se ciñe al reciclaje de tecnologías para introducir modelos de acceso en regiones de menores recursos económicos. Esto se nota cuando nos encontramos con botones de modelos más antiguos, motorizaciones un tanto anticuadas o un diseño más tradicional al lenguaje global. Y cuando nos subimos al City agradecemos encontrarnos con una consola más moderna, de grandes relojes, legibles, un volante moderno, con comandos al volante actualizados, que los que emplea la competencia, si bien estos elementos se mantienen desde la versión llegada el 2014.
En cuanto a su equipamiento, vamos a encontrar de serie espejos eléctricos, aire acondicionado, ventanas eléctricas (one touch para conductor), cierre centralizado, columna de dirección inclinable y telescópica, neblineros, computador a bordo y al fin, un renovado sistema de audio con pantalla táctil de 6,8’’ con 4 parlantes, Bluetooth, puertos USB y HDMi, el que reemplaza a la obsoleta unidad anterior.
También se suman, ductos aireadores para las plazas traseras y un conveniente tomacorriente de 12 volts, para las mismas.
En nuestra versión EX, se suman, espejos con intermitentes, un moderno climatizador electrónico, botón de encendido, control crucero, volante forrado en cuero, cambios al volante, bolsillo en el respaldo del asiento del copiloto, intermitentes con modo flash (de carretera con un toque), apoyabrazos central para el asiento trasero (el que también es abatible 60/40) y 4 parlantes extra para un total de 8.
Sobre la interfaz del sistema multimedia, es bueno aprendérselo antes, ya que hay algunos botones que son de fácil acceso y otros no tanto. Lo mismo, acostumbrarse a la sensación del climatizador, que cuenta con un panel táctil pero no háptico, lo que no ayuda a darnos cuenta si seleccionamos o no algunas de sus funciones.
Ya lo mencionamos, el City es muy amplio y permite ir muy cómodo en todas sus plazas con ocupantes de todos los tamaños, siendo un atributo importante.
Haciendo un repaso por sus ítems de seguridad, podemos notar la cámara de retroceso (que la verdad, no es de las mejores), los frenos ABS con EBD y la cabina ACE de deformación programada en todas sus versiones, así como anclajes LATCH para sillas de niños. En nuestra versión, la más equipada, llega con 6 airbags: dos delanteros, dos laterales y dos laterales tipo cortina. Sería perfecto, si incorporara control de estabilidad, algo que ya en todos los mercados se hace norma y que lamentablemente aún se pasa por alto en nuestro país. Lo que sí es un testigo de seguridad, es la evaluación cinco estrellas que sacó en Latin NCAP, sabiendo lo castigadora que ha sido esta prueba en la región.
Aquel botón verde...
El City está motivado por una unidad SOHC i-VTEC de 1.5 litros y 16 válvulas, con 118 caballos de fuerza a 6.600 rpm y 145 Nm de torque a 4.800 rpm, asociado a una caja manual de 5 velocidades o una CVT automática, como en este caso. Según el 3CV, puede rendir hasta 21,6 km/l en carretera y 12,9 km/l en ciudad.
Como buen auto de genes japoneses, el auto es fácil de llevar por todos lados, de dirección cómoda (cargada a lo liviana) y de despeje suficiente para enfrentarse al asfalto capitalino y no llevarse sorpresas.
Las desavenencias que comenzamos a tener con el City, son culpa del pequeño botón verde que encontramos a un costado, el clásico botón Econ que Honda emplea en la mayoría de sus autos y que “atonta” la respuesta del acelerador y la gestión del motor, para propiciar un manejo pausado que nos permita ahorrar más combustible.
Este modo es ideal para la congestión o para que personas que de verdad manejan muy suave, se sientan a gusto con el auto, como podría ser personas mayores. Sin embargo, si queremos manejar de manera regular con el modo Econ, se hace un desagrado total, al punto que la caja se pone a patinar en ciertas condiciones y nunca te permite llevar el auto de manera cómoda, como sucede con otros modos económicos, mejores logrados en otras marcas. Y finalmente ¿Qué sucede? Que hay que forzar el auto, pisar mucho el acelerador y terminamos gastando más combustible del que deberíamos, sin movernos mucho más.
Entonces, el modo Econ, para el usuario promedio, queda prohibido. Desactivando el modo ecológico, el City se transforma, pasando a ser un vehículo ágil, elástico, diligente y con una de las CVT mejores logradas. De hecho, gracias a lo hábil que se percibe, incluso podrías lograr mejores consumos que en el modo Econ, al llevar al City mucho más desatorado en ciertas condiciones y tener más flexibilidad para modular su potencia.
Los cambios al volante quizás no son los mejores, pero están mejor logrados que en otros autos, lo mismo que el modo Sport, que levanta en promedio 500 rpm las marchas y pone a la caja de cambios más alerta a nuestros requerimientos. Repetimos, no es una caja DSG, pero para el segmento, para lo que se espera, está más que suficiente.
Otro punto muy positivo es la tenida de ruta del City. Obviando su dirección de tacto más liviano, el auto se comporta muy estable, muy seguro, sin vaivenes extraños o vibraciones de la dirección. Incluso, a 110 km/h se condice su consumo en carretera promediando entre 18-20 kms/l, acercándose bastante a la homologación de laboratorio.
Conclusión
Hay muchas cosas que se pueden decir hoy en día de Honda. Pero hay algo innegable, que no se ha perdido y que tiene que ver con la atención al detalle que hay en su desarrollo de ingeniería, y eso se nota, especialmente en productos como el City. La competencia es fuerte y el pequeño Honda hace notar su calidad en la preocupación que hay por entregar un modelo más acabado, tanto en materiales como en lo dinámico.
Hay una sensación en la conducción que resume bastante bien la idea general que ya tenemos del City, que es una suerte de refinamiento y carácter. A lo mejor, y solo por ejemplificar, un modelo de Citroën o Peugeot puede ser más suave en la suspensión, pero el Honda, si bien es fácil de llevar, entrega más precisión en la dirección y un esquema de suspensión más equilibrado, como si se tratara de un auto mucho más actualizado, lo que nos lleva de nuevo a esta filosofía low-cost; el City se siente más moderno que la competencia.
Al final del día, las faltas quedan ligadas principalmente a su valor, que se arranca de la media, a la falta de ESP o de mayor equipamiento que justifique el precio, como podría haber sido -incluso- un sunroof. En este caso, 12.4 millones de pesos para la versión tope, se arrancan de los 11.5 del nuevo Kia Rio4 tope de línea, exceptuando que el coreano cuenta con una pantalla más pequeña, llantas de 15”, solo 2 Airbags y aire acondicionado, así como el Peugeot 301, justo en los 11 millones, con ESP y 4 Airbags, pero con caja manual y motor diésel. Incluso, con la moda de los crossover, a lo mejor querrás saltar al WR-V, con la misma filosofía del City, pero a un precio similar y con caja manual en una versión equiparable por precio.