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Test drive: Hyundai Azera 2018

El nuevo modelo tope de la gama de la marca denota a simple vista el progreso sin ambigüedades que ha tenido Hyundai en los últimos años.

Test drive: Hyundai Azera 2018

En la casa matriz de Hyundai en Las Condes puede observarse, distante y sin grandilocuencia en su exhibición, un Pony de los años 80. Está ahí, solo al aire libre, como si estuviera detenido en el tiempo. Un poco más acá, adornado por luces y adentro un lujoso showroom se exhibe el nuevo Azera, sexta generación del sedán insignia de la marca, que fue lanzado en Chile a fines de 2017.

Entre ambos años hay 30 años de diferencia, que en el mundo automotriz representa una vida completa. El Pony era un auto básico cuya mayor virtud era brindar movilidad a sus usuarios. El Azera es otro cuento. Es un auto sumamente equipado, con altos niveles de tecnología, y que ofrece una movilidad cinco estrellas, si pudiera catalogarse así.

Cuesta creer que ambos autos son de la misma marca, cuesta creer el grado de crecimiento que ha alcanzado Hyundai en estos últimos 30 años, todo ello fruto de un proceso de evolución sin complejos ni ambigüedades donde la mira está puesta en las mejores marcas, las más reputadas y tecnológicas. Y el resultado es bueno.

El Hyundai Azera 2018 se vende en Chile en dos versiones. La Premium tiene un precio de lista de $20.790.000, mientras que nuestra unidad de pruebas Limited sube a $25.990.000.

Nuevo en todo

El Azera es un sedán del segmento D que, desde la creación de Genesis como marca independiente de Hyundai, y el rebautismo tanto del Genesis como del Equus, quedó como el nuevo buque insignia de la marca. En 2017 cumplió 30 años de vida, momento para que la marca lanzara una sexta generación que es (casi) completamente nueva.

Construido sobre la conocida plataforma D de la marca (de tracción delantera, a diferencia de la base mecánica de tracción trasera que utilizan los Genesis o los Kia Cadenza y Stinger), recibe más aceros de alta resistencia, con lo que se aumentó la rigidez torsional y se mantuvo a raya el incremento de peso fruto del mayor equipamiento, que aún así supera por no poco las dos toneladas (2.130 kilos).

Mide 4,93 metros de largo, 1,86 metros de ancho y 1,47 metros de alto, dejando entre los ejes buenos 2,85 metros. Si lo ponemos en perspectiva, rivaliza en tamaño y precio con un Honda Accord, un Peugeot 508 y el mencionado Cadenza.

Sin embargo, Hyundai tiene aspiraciones mayores y prefiere compararlo con los sedanes medianos de las marcas de alta gama, como el Clase C de Mercedes Benz, un Serie 3 de BMW y un A4 de Audi. Suele ocurrir así con las marcas generalistas.

El diseño es, posiblemente, uno de sus puntos altos. De hecho, arriba a Chile con el premio RedDot al mejor diseño automtriz del año bajo el brazo, y si bien los gustos estilísticos son subjetivos, hay poco que criticar en su silueta y líneas

Es elegante, moderno y deportivo, atributos necesarios para un sedán de alta gama. Pero además tiene las proporciones adecuadas para lucir desde lejos, incluyendo un capó largo, un parabrizas más vertical, pasos de rueda anchos, una zaga corta y levemente elevada, y una silueta que denota movimiento.

Destaca el nuevo frontal de Hyundai, con la parrilla de cascada, y una larga luz LED que une ambos focos en la zaga, dándole anchura extra. Incluye, además, elementos cromados decorativos, nuevas luces delanteras y traseras LED, doble salida de escape y hermosas llantas de 18 pulgadas (17” para la variante Premium).

El habitáculo gana refinamiento a raudales si se compara con el Azera anterior, con excelentes terminaciones y materiales muy agradables al tacto, muy superior también a los modelos generalistas del segmento, pero un escalón más abajo que algunos de los competidores premium. Aún hay trabajo pendiente en esta materia, algo que los nuevos Genesis ya han resuelto.

El diseño del tablero tiene forma de T, con una consola central vertical dominante y una pantalla multifunción que une ambos ejes. Se siente que todo está puesto para ser alcanzado por el conductor de manera fácil y sin peligro.

Y la habitabilidad, extraordinaria, muy acorde a sus casi cinco metros de largo. Eso sí, el diseño de la banqueta posterior es mejor para dos ocupantes que para cuatro.

Mejora en contenido

Tapiz de cuero con costuras a la vista, asientos delanteros eléctricos, calefaccionados y ventilados, climatizador dual, sunroof panorámico, cortinilla trasera eléctrica, display digital de 4,2”, sensores de estacionamiento con cámara, freno de mano eléctrico destacan en su equipamiento.

En materia tecnológica ofrece un nuevo paquete de infoentretenimiento, que incluye un sorprendente sistema audio Infiniti con 12 parlantes, capaz de cautivar incluso a gente como yo que no valora en demasía los artefactos para la música. El sonido es fantástico, envolvente, que adentro de un habitáculo muy bien insonorizado, mejora cualquier experiencia de usuario.

El sismeta también cuenta con una pantalla táctil de 7”, con conectividad a Android Auto y Apple CarPlay, ofreciendo no sólo la conocida interfaz del celular, sino también sus mejores aplicaciones, incluyendo Spotify, Waze (sólo Android) y Google Maps.

En materia de seguridad, nuestro Azera Limited se ofrece con 9 airbags (además del de rodilla, los de cortina son cuatro, frenos ABS con EBD, controles de tracción y estabilidad, neblineros, luces automáticas, sensor de lluvia, monitor de presión de neumáticos, sensor de punto ciego y asistente de retroceso son cámara, entre otros.

Por este precio echamos de menos elementos de vanguardia, pero cada vez más comunes, como aviso de colisión frontal con freno de emergencia, asistente de cambio involuntario de carril y aviso de tráfico cruzado, entre lo principal. Si se quiere competir contra Mercedes-Benz, no hay lugar para debilidades.

El foco en el confort

Dinámicamente, el nuevo Hyundai Azera satisface incluso a los más exigentes, siempre y cuando se priorice el confort de marcha por encima de la deportividad.

Dispone de un conocido bloque de seis cilindros y tres litros que eroga generosos 261 caballos de fuerza y 304 Nm de par, y que está asociado a una caja automática de ocho velocidades.

La respuesta al acelerador es bien contundente, no notándose que el auto pesa 2,1 tonaledas. No es brioso al estilo de un BMW 328, que tiene más o menos el mismo nivel de potencia, pero se siente más ágil que un Accord V6.

Sí ofrece buena intensidad si va requiriendo resto para adelantar autos, gracias a una caja que es rápida y ofrece pasos de marcha muy escalonados. El régimen de marcha ideal está en torno a las 3.000 rpm, y es sumamente silencioso en su funcionamiento.

El confort definitivamente es “la” gran cualidad de este sedán. Además del impresionante silencio en el habitáculo, no se sienten vibraciones ni asperezas, y la suspensión está absolutamente calibrada para amrotiguar y aislar el habitáculo de lo que ocurre bajo las ruedas. En ese sentido, tiene un nivel de confort de marcha sobresaliente.

Pero claro, una por otra, como solemos escribir en nuestras pruebas. Con esta amortiguación nada de andar cortando curvas como loco. No lo haga, porque el rolido de carrocería será muy marcado y notará una tendencia subvirante que podría causarle algún problema si fuerza demasiado el auto. No olvide que son 2,1 toneladas que hay que doblar.

En carretera, en cambio, es un delicia, y en la ciudad ni se sienten los lomos de toro.

Existe un sistema de aglutina caja, aceleración y dirección bajo cuatro modos de manejo preestablecidos: confort, eco, smart y sport. Este último es el más divertido ya que demorar los pasos de marcha y pone la dirección algo más directa y firme dando una agradable sensación de deportividad. Pero recuerde lo que recomendé más arriba: nada de andar forzando el drift.

En cuanto a la eficiencia, la marca homologa 7,9 km/litro en ciudad y 11,3 km/litro en ciclo mixto. Quítele un kilómetro y medio por litro y tendrá un consumo más cercano a la realidad.

Conclusiones

Muy buena evolución la que hace Hyundai del Azera. Es un sedán extraordinario para quienes valoran la amplitud interior y el confort de marcha.

Es una propuesta equipada y poderosa que aspira a ser alternativa a sedanes de marcas premium más pequeños y menos equipados. Una opción para gente muy racional eso sí, porque no me queda claro que alguien normal que se puede comprar un C250 o un 320 prefiera un Azera.

Pero lo que ofrece la marca está bien: diseño, tamaño, potencia y seguridad. Nos falta, eso sí, ese esquipamiento que realmente haga que un cliente se cambie de marca. Ese equipamiento tecnológico o sofisticado que rompen esquemas. Un mando central para el sistema de infoentretenimiento con touchpad, por ejemplo. O un control crucero adaptativo. Un display de 12" o una pantalla central de mayor tamaño. O un park assist, que por ejemplo, sí tiene un Peugeot 208. El Azera no tiene nada que realmente lo distinga, y ahí está su gran defecto.

En todo caso, si le gustan los sedanes grandes, aquí tiene una tremenda opción. Buen auto. El fruto de una larga evolución de Hyundai.

 

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