En los últimos días, el tema del que más se habla en las esferas de la industria automotriz es sobre el caso de Carlos Ghosn, el ex mandatario de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi y sus nueve marcas. De acuerdo con Nissan y las autoridades de Japón, el CEO declaró a la Bolsa de Tokio percepciones salariales inferiores a las realmente obtenidas, además de que realizó numerosos ejemplos de conducta negligente como el uso personal de activos de la compañía.
Esta situación, que de inmediato propició que las acciones de las compañías cayeran, también ha repercutido en el despido de Ghosn por parte de Nissan. Si finalmente irá a la cárcel en Japón o que sólo quede en su destitución, es un hecho que esto seguirá dando mucho de que hablar ya que la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi es todo un gigante en términos de ventas dentro del sector automotor.
Al igual que Volkswagen Group y Toyota, la alianza franco-nipona es un actor en todos los mercados clave del mundo. Ya sea Europa, América del Norte, Rusia, África del Norte, América Latina, Japón y la región Asia-Pacífico, esta coalición tiene una gran penetración debido a la sólida posición de cada una de sus marcas. Y esto hizo que en 2017 y en lo que va de 2018, haya sido el grupo más grande del mundo.
Basta decir que en Japón y Estados Unidos, Nissan tiene una penetración de mercado del 15% y 10%, respectivamente. Renault, en tanto, es el gran protagonista en Europa (15%), América Latina (18%) y Rusia (36%). Mientras que Mitsubishi es un líder de la industria en Asia-Pacífico, lo que permite que la alianza controle el 14% del mercado. Esto significa que uno de los elementos más fuertes de la alianza es que cada miembro tiene su propio mercado y apenas compiten entre sí.
Sin embargo, sus volúmenes de ventas no son iguales. Debido a su fuerte presencia en Estados Unidos y China, los dos mercados más grandes del mundo, Nissan vende más autos que Renault. Junto con sus marcas asociadas Infiniti y Datsun, Nissan cuenta con alrededor de la mitad de las ventas globales de la alianza. La otra mitad está compuesta por Renault (Renault, Dacia, Samsung y Lada) y Mitsubishi.
Otra cosa interesante a tener en cuenta al analizar la composición de ventas de la Alianza, es que hay una gran diferencia en los segmentos. Teniendo en cuenta el hecho de que los SUV y pick-ups generalmente son más rentables, es interesante ver que estos segmentos tienen más peso en las ventas de Mitsubishi, ya que representan alrededor de dos tercios de su volumen global.
Para Nissan cuentan un 46%, mientras que Renault es el menos dependiente de estos segmentos con un 22%. Esto significa que Mitsubishi y Nissan están más alineados con la demanda global actual de los consumidores, mientras que Renault aún depende mucho de los autos pequeños, que representan el 45% de su volumen total.
No obstante que las compañías hacen un trabajo en sociedad durante más de una década, Renault y Nissan aún están lejos de estar totalmente integrados. Esto lo podemos ver en las siguientes cifras. Nissan tiene alrededor de 55 modelos diferentes disponibles en todo el mundo, mientras que Renault tiene alrededor de 40. De los más de 100 modelos que poseen entre ambas marcas, solo ocho comparten la plataforma Common Module Family desarrollada por ambos empresas, y solo cinco forman parte de la alianza.
Dicho de otra manera, la Alianza tiene una integración muy limitada entre los fabricantes de automóviles japoneses y franceses y la mayoría de las ventas de la alianza provienen de modelos desarrollados independientemente.
También es importante recordar que una de las posiciones clave de la Alianza está en el mercado de vehículos eléctricos, donde representa casi el 14% del mercado y está por delante de sus acérrimos rivales: Toyota y Volkswagen Group. Pero lo más importante a destacar es su posición dominante en el segmento de SUVs, el sector de mayor crecimiento en el mercado global. Tan solo en la primera mitad de 2018, Renault-Nissan controló el 12% del mercado de SUV, por delante del 8,4% de General Motors y el 8,2% de Hyundai-Kia. Cualquier ruptura de la Alianza significaría perder estas importantes posiciones dentro de la industria.
Ahora teniendo en cuenta lo anterior, con o sin Carlos Ghosn, la Alianza probablemente esté enfrentando su prueba más difícil. Juntos, Nissan, Renault y Mitsubishi desempeñan un papel clave en la industria del automóvil y tienen un enorme potencial. Y es por esto que tanto el gobierno francés como el japonés se han manifestado partidarios de seguir con ella.
La pregunta ahora es, ¿esta situación crítica marcará un punto de inflexión para reestructurar la Alianza o será el principio del fin de la misma?