Con el objetivo de demostrar la capacidad de poder y tracción del e-tron, el primer SUV eléctrico de Audi tuvo una cita para escalar una pista de esquí alpino.
Si bien el legendario trazo de “Mausefalle” en Austria, es reconocido por disputar los descensos sobre nieve más impactantes del mundo, Audi quiso hacer lo contrario ascendiendo la empinada cuesta. Al elegir la pista “Streif”, la sección con mayor pendiente de este espectacular descenso, el SUV eléctrico tuvo que enfrentar un impresionante declive del 85 por ciento.
Aunque un principio este desafío parece imposible, pues es como si se estuviera escalando una pared, el Audi e-tron salió victorioso gracias a que el equipo modificó el sistema quattro del original, con un motor adelante y uno atras, por un esquema triple con dos motores atras. La cantidad de torque a las ruedas, es algo que solo habiamos escuchado en camiones: 503 Hp y 8.920 Nm de par.
Además de la modificación del sistema eléctrico que otorga esa descomunal cifra de empuje, Audi también alteró el software en lo concerniente a la entrega del torque y a su distribución a las ruedas, para adaptarse a las exigencias de la inclinación y la poca tracción de la pista.
Igualmente, de nada hubiera valido tanto brío en las ruedas de no ser por que el SUV fue equipado con neumáticos de 19 pulgadas equipados con clavos desarrollados específicamente para lograr el máximo agarre sobre la nieve y hielo.
Para esta misión, al volante del Audi e-tron “escalador” estuvo el campeón del mundo de Rallycross y bicampeón del DTM Mattias Ekström, quien quedó consideró esta prueba como una de las experiencias más extraordinarias que ha tenido ocasión de vivir por la inclinación de la pendiente. Su seguridad fue asegurada con una butaca de carreras y una jaula antivuelco.
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