Cuando se trata de manejar rápido, no sólo se trata de poner el pie en el acelerador a fondo. Una conducción veloz no solo se trata de velocidad, sino también consiste de mucha precisión en manos y pies, además de una gran concentración y una visión sublime.

Pero como en todo, un manejo rápido requiere de mucha práctica con el objetivo de ir mejorando constantemente para refinar nuestras aptitudes y evitar en lo absoluto malos hábitos.

Sin duda estos cinco consejos son más que útiles para manejar rápido y bien:

1. Ser suaves

Los movimientos bruscos en el volante y tratar los frenos y el acelerador de forma brusca no son el camino a seguir.

Al conducir rápido se debe hacer todo lo contrario, esto quiere decir que debemos hacer movimientos suaves. Hay que aclarar que esto significa que seamos lentos, sino más bien hay que ser dóciles.

Siempre hay que tener en mente esto: suave es más rápido.

2. Observar a lo lejos

En otras palabras, mirar a donde quiere ir y su cerebro le dirá a sus brazos dónde colocar el volante. Es raro, y puede tardar un poco en acostumbrarse si nunca se ha probado, pero funciona. Mire hacia donde quiere que esté el auto y lo seguirá.

3. Manos al volante

Ya sea lento o rápido, siempre hay que poner las manos al volante a las 3 y las 9 en punto. Esto permite tener un mejor control y será más fácil girar. Además, si la bolsa de aire se activa, será difícil que este dispositivo golpee las extremidades.

4. Frenar a tiempo

Al manejar rápido, lo mejor es no frenar de manera anticipada al llegar a una curva. Esto no quiere decir que se necesite presionar los frenos en el último segundo, ya que  eso podría hacer que se pierda el control si las ruedas se bloquean. Lo que se trata de decir es que no tiene que preocuparse por frenar durante mucho tiempo. Tal vez uno o dos segundos son suficientes. Y es que cuanto más tiempo pueda mantener la velocidad en la curva, más rápido podrá ir. El frenado adecuado tomará un poco de práctica, pero una vez dominado, no se perderá tiempo en cada curva.

5. Aprender el camino

Si conoce la carretera en la que está conduciendo, podrá recorrerala mejor. Sabrá cuándo acelerar y disminuir la velocidad durante el mejor tiempo posible. Si puedes, camina por la pista.