La mayoría de los grandes CEO de la industria automotriz, se quedan al menos por 10 años, que es lo que representa un ciclo bastante respetable de tendencias y desarrollos. Harald Kruger solo estuvo cuatro y algo más. Cuando se acercaba la fecha de su renovación de contrato, decidió dar un pie al costado y despedirse.
Es raro echar pie atrás, sin que haya quedado un escándalo de por medio, pero quizás, abrumado por la responsabilidad de los desafíos que no estaba pudiendo llevar a cabo, no le quedó otra opción que abandonar su posición al mando del Grupo BMW.
BMW, hace algunos años atrás, se encontraba en la cresta de la ola. No solo contaban con una oferta de modelos contundente (salvo quizás por las configuraciones de algunos modelos específicos, no podemos poner a Chile como ejemplo de lo que es BMW a escala global) sino que también fueron los primeros en meter las manos en la electromovilidad. Incluso, ambiciosamente, crearon la linea BMW i, liderada por el citycar i3 y el deportivo hibrido i8, ambos revolucionarios en cuanto a su fabricación y su tecnología. El tema es que, si invertiste en algo así, deberías ser capaz de sostenerlo en el tiempo, pero la verdad de las cosas es que no fue así.
Hoy en día, todo es electromovilidad y las marcas premium están apostando fuerte en ese sentido, pero BMW pareciera que se quedó atrás. Hoy son otros autos los que tienen mayor tecnología y especialmente mayor autonomía. Mercedes y Audi recuperaron terreno rápidamente y son bastante vocales en sus esfuerzos, sin contar a Volvo o Jaguar quienes también ya ponen prioridad en vehículos híbridos y/o enchufables. BMW hizo lo propio con algunos modelos, pero algo tarde, La estrategia mutó en la mitad para resolver la actualización de la gama actual de modelos, de donde salieron los nuevos Serie 3, Serie 1 y colosos como el Serie 8 y el X7, sin contar el X2, un modelo que cae parado en el segmento de moda, pero que se nos antoja muy "de transición" al lado de modelos como el XC40 de Volvo o los compactos de Mercedes. Y no podemos olvidar el golpe que dio Tesla con el Model 3, un modelo que desde que fue anunciado hace mucho tiempo se sabía que iba dirigido directamente al corazón del Serie 3 de BMW.
Mucho también se ha dicho sobre la negativa de BMW en no apurar una plataforma completamente eléctrica como Volkswagen y Tesla, en lugar de la plataforma CLAR/FAAR modular que tienen actualmente, muy flexible y con soporte para electrificación parcial o completa, pero no completamente diseñada a partir de un entorno 100% eléctrico (dejando fuera los motores convencionales) que les de la ventaja en autonomía y empaque de sus rivales. Desde la firma alemana aseguran defender este modelo, considerando que no tienen el volumen de marcas más masivas y que las sinergias que ya tienen entre sus trenes motrices y estructuras les hará ganar una ventaja en know-how e ingeniería para soluciones aún más inteligentes que poner dos ejes a cada extremo de un pack de baterías para un modelo en específico.
Ya veremos quién tiene la razón, pero BMW parece confiada en su estrategia, independiente de que Kruger no haya puesto el pie en el acelerador. Quizás un próximo CEO quiera otra cosa, no sabemos todavía. Habrá que esperar, no solo a que pase el tiempo, sino a quien tomará las riendas de BMW en las próximas semanas.