Otro que se quedó sin los faroles de la muestra helvética fue el McLaren 765LT, el sucesor del 675LT y naturalmente, basado en el excelente 720S.
Como puedes dar cuenta por su nombre, es un auto más largo que el modelo del que deriva y más potente. Su motor V8 de cuatro litros y doble turbocargador, se encarga de ponerlo al filo de la pista con 765 Hp y 800 Nm de torque. Puede alcanzar los 100 km/h en apenas 2,8 segundos y los 200 km/h en 7,2 segundos, suficiente tiempo para recordarte que no deberías haber comido tanto. Aparte, la caja de cambios es un 15% más rápida y más inteligente, permitiéndote rebajar cambios en algunas ocasiones que el motor lo permite, en contraste con el 720S que se protege mucho más.
Y McLaren, siendo McLaren, no se iba a quedar tan solo con un aumento de motor, porque las cosas en la fábrica inglesa se hacen bien o no se hacen. Por lo mismo, pesa 80 kilos menos que un 720S convencional y eso es porque McLaren se ha empeñado en usar materiales que le permitan ganar ventaja en ese apartado. Hablamos de una linea de escape de titanio, ventanas más delgadas (o derechamente policarbonato donde se permita), una transmisión de siete velocidades fabricada con materiales de máximo estándar (digamos, sacados del taller de la Fórmula 1), llantas forjadas y aligeradas hasta los pernos, interior espartano con butacas especiales y mucha fibra de carbono, ausencia de aire acondicionado, reglajes eléctricos para el volante o sistema de audio (puedes pedirlos de vuelta como opcional) y algunos paneles de la carrocería, reformulados. Incluso las zonas bajas del motor se fabrican en una sola pieza de fibra y McLaren fue incluso a extremos, como aligerar la batería usada, botones, revestimientos y hasta la Alcantara usada como tapiz.
De tamaño, el 765 LT es 5 mm más bajo en el tren delantero y 48 mm más largo en la punta. Atrás, el alerón activo provee 9 mm extra, para un total de 57 mm. Y aunque el auto es más largo, tiene menos volumen físico, lo que se traduce en que evacua mucho mejor el calor del motor. El alerón trasero, tiene una superficie un 20% mayor que la del 720S y gracias a su diseño, aumenta la carga aerodinámica aun cuando no está siendo usado. Este, tiene tres modos; Driver Downforce, que actúa automáticamente según la velocidad; DRS, para lograr menos carga y máxima velocidad en recta; HSB, que activa en medio segundo el spoiler para asistir en frenadas agresivas. En la parte frontal, vemos que las ruedas delanteras son acompañadas de algunas aletas y branquias adicionales, las que ayudan a evacuar mejor las turbulencias y también a equilibrar el balance del auto.
Toda la gestión de motor, transmisión, dirección y suspensión, se puede reglar a partir del programa Active Dynamics Panel, con tres modos: Comfort, Sport y Track.
¿Qué nos queda? Ah, pero claro, la música del V8, puesto que no solo lleva un sistema de escape trabajado y aligerado. Esta fue rediseñada y gracias a que los soportes de motor son más rígidos, hay una conexión estructural que permite una amplificación mayor de las vibraciones del motor y su sonido. Este no es un auto para los tímidos o discretos, estas advertido. Y por lo mismo, no solo te van a oír, sino que te van a ver, puesto que McLaren ya tiene disponibles opciones de personalización, tanto para colores de exterior como de interior.
La personalización también permite aligerar algunos paneles de aluminio y hasta dotar al 765LT con una toma de aire superior extra, para quienes pasan más tiempo en la pista. ¿Seguimos? Si lo quisieras, también puedes pedir los frenos del McLaren Senna, de altísimo desempeño.
Solo se fabricarán 765 unidades, a las que se pueden añadir los paquetes MSO Clubsport y MSO Clubsport Pro, con algunas piezas extra sacadas del Senna, elementos de seguridad para pista y telemetría. Los precios, no han sido declarados, pero como bien dice el dicho: "si tienes que preguntar, de seguro no lo puedes comprar".
The new McLaren 765LT