Acura capturó un sexto podio consecutivo en el Pikes Peak International Hill Climb con el NSX, terminando tercero en la clase altamente competitiva Time Attack 1.
Al mando del piloto James Robinson, el NSX logró ascender la demandante trepada con un tiempo de 10:01.913, lo que le permitió superar los 10:02.448 establecido en 2018.
Con este crono, el Acura NSX estableció un nuevo récord para un vehículo de producción con tren motriz híbrido.
Por lo exigencia que tiene el ascenso de Pikes Peak, esta competencia ha servido como banco de pruebas para las nuevas tecnologías de rendimiento de Acura y como una oportunidad para que los ingenieros de la compañía perfeccionen aún más sus características de ingeniería centradas en el rendimiento.
Lo que hace aún más interesante esta competencia, es que no sólo hay que competir con el cronómetro y las más de 150 curvas, sino que los vehículos y pilotos son sometidos a un desgaste extremo originado por el clima frío, que muchas veces provoca que zonas del asfalto tengan hielo, y el cambio de elevación que hay entre la salida y la meta. Pikes Peak inicia en 2.600 metros y culmina a 4.300 metros de altura.
A lo anterior hay que sumar que, al no existir muros o vallas de contención en la mayor parte de la carretera, cualquier error puede provocar un desenlace fatal.