Hay una pregunta que siempre me hago: ¿Por qué el modelo más potente viene con todos los chiches? Esto aplica a cualquier producto, por ejemplo, el celular más rápido trae todos los trucos.
El problema con la política “full” es que para tener el más rápido, tienes que pagar por un montón de cosas que quizás ni querías. O al revés, para acceder al mayor equipamiento necesariamente hay que invertir en mecánicas que quizás ni necesitas.
La contracara de esto es que las personas con suficiente dinero para pagar el “mejor fierro” pasan cierto umbral de precio donde no les interesa algo a medio camino.
Esta introducción sirve para entender la lógica de lanzar el nuevo Jeep Renegade Moab.
Jeep Renegade Moab
En Brasil ya se vende una versión del Renegade con la mecánica ideal, pero sin el grado de preparación del Trailhawk que lo encarece mucho. En Chile no la tenemos, y tampoco una versión diésel convencional. Tampoco la tendremos porque no llegarán variantes petroleras desde Brasil.
Esta nueva versión Renegade Moab ofrece un respetable nivel de equipamiento, incluyendo llantas en aleación de 17”, climatizador bizona, control crucero, vidrios y espejos eléctrcios, paddle shift, sensores de estacionamiento y cámara trasera, doble airbag , anclajes ISOFIX, control de estabilidad y equipo multimedia uConnect de 7”.
Pero respecto de una Trailhawk, no incluye luces LED, tapizados en (símil) cuero, airbags laterales y de cortina, y la nueva pantalla de 8,5”.
Lo bueno es que mantiene el tren motriz cimpuesto por el motor 2.0 turbodiésel de 170 Hp, la caja automática de 9 cambios y el sistema 4x4.
Se ve bueno, pero da lo mismo: no llegará a Chile.
