Ante la renuncia de Stefano Domenicali a la presidencia de Lamborghini, para convertirse en CEO de la Fórmula 1, Stephan Winkelmann toma su cargo y, al mismo tiempo, continúa siendo presidente de Bugatti.
Tras este nombramiento, Stephan Winkelmann, de 56 años, regresa a la jefatura de Lamborghini, ya que de 2005 a 2016 fue presidente y CEO de la compañía italiana.
Durante esta etapa, Winkelmann transformó Lamborghini en un líder global en la fabricación de super autos. Antes de incorporarse a Lamborghini, el ejecutivo ocupó varias posiciones senior en el Grupo Fiat.
Uno de los primeros modelos de Lamborghini presentados bajo la presidencia de Winkelmann fueron versiones del Gallardo, y continuó con la introducción del Huracán y Aventador, así como ediciones limitadas y “one-offs”, logrando varios récords de ventas.
En 2015, anunció que Lamborghini tendría un SUV, el Urus, mismo que sería construido en Sant’Agata Bolognese, y que significó el inicio de una nueva era para la compañía.
Para marzo de 2016, Winkelmann se convirtió en el CEO de Quattro GmbH (hoy Audi Sport GmbH), antes de unirse a Bugatti Automobiles como presidente a principios de 2018.
“Es un gran honor y placer para mí liderar estas dos compañías únicas con automóviles extraordinarios. Estoy deseando afrontar este nuevo reto. Bugatti representa los mejores, más potentes, elegantes y lujosos hiperdeportivos en el mundo. Lamborghini es la expresión icónica de los superdeportivos más exclusivos, con un diseño e innovación excepcionales. Nuestra creatividad en ambas compañías no ha llegado todavía a su máximo y el mundo tiene aún aseguradas algunas sorpresas” comentó Stephan Winkelmann.