Robert Opron, francés y con 89 años nos ha dejado a fines de marzo, víctima de la pandemia del COVID-19. Su legado, sin embargo, es invaluable para la historia automotriz, específicamente en materias de diseño, algo de lo que Citroën y Renault pueden hablar bastante.
Opron fue un hombre bastante culto e instruido, habiendo invertido ocho años en estudios de arquitectura, pintura y escultura. También fue muy devoto de la aeronáutica. Su primer proyecto automotriz llegó a los seis años de haber comenzado su carrera como diseñador industrial, trabajando para Simca. El Fulgur, un prototipo conceptual con cúpula de burbuja, era su visión de cómo serían los autos en el año 2000, guiados por radar, comandados por voz, motor atómico y ruedas giroscópicas.
En 1962, tras su salida de Simca y un breve periodo trabajando con electrodomésticos, entró a Citroën, donde se formó bajo el alero de Flaminio Bertoni, el diseñador que le dio forma al mítico Citroën DS y al 2CV. Una anécdota bastante interesante se puede leer en el libro "L'Automobile Et L'Art" que habla sobre los autos de Opron. El francés señala que cuando le llevó sus bocetos a Bertoni para conseguir un trabajo, este se mostró desinteresado y se los tiró por el suelo. Opron obviamente se le encaró, diciéndole que era una falta de respeto lo que había hecho, a lo que Bertoni respondió que aunque no le gustaban sus bocetos, si los encontraba interesantes. A las tres semanas, Bertoni aceptó a Opron en el departamento de diseño de Citroën.
A los dos años Bertoni murió y fue Opron quien se hizo cargo del departamento. Fue en todo este periodo que se gestaron autos como el rediseño de los focos del DS, el espectacular SM y el estilizado CX, así como también el GS. Citroën entró en bancarrota durante 1974 y al poco tiempo de que Peugeot la comprara, Opron fue despedido y luego recibido en Renault.
En Renault, Opron le dio forma al rediseño del Alpine 310 con motor V6, al Renault Fuego, el Renault 9 y 11, más el Renault 19 y 21, estos dos últimos en colaboración con Giorgetto Giuguaro de Italdesign. En 1985 pasó de Renault al grupo FIAT donde su boceto original para el proyecto ES30 ganó ante otros diseñadores. Este auto terminaría siendo desarrollado en tiempo record para el Salón de Ginebra de 1989. ¿El auto? El famoso Alfa Romeo SZ.
En 1992, Opron jubiló, pero se dedicó a hacer consultorías para distintos fabricantes.
Su legado queda marcado para siempre con sus diseños futuristas, pero únicos, con identidad, movimiento, impregnados de un carácter orgánico bastante especial y con una particular atención a los reflejos de la luz. No por nada, son modelos que rápidamente definieron el lenguaje de diseño para el auto francés en aquellas décadas.